Era el sexto hijo de Leonor Félix y Gregorio Codolá por lo que no se puede decir que fueran inexpertos en la materia. Ingresaron en una clínica de Palma con un embarazo de siete meses a causa de graves molestias. El destino quiso que fuera justo antes del puente de Tots Sants.
«El 26 de octubre rompí aguas, notaba que no iba bien pero la doctora se fue de puente y no vino hasta el 5 de noviembre», explica Leonor Félix. «Yo ya estaba sangrando, con fiebre, la situación se le había ido de las manos», relata. En esos días, según Félix, no hubo medicación ni control médico y tras el parto, el niño nació con sufrimiento fetal.
Sin embargo, según su madre, no quedó constancia escrita de ninguna irregularidad. Los padres se llevaron al pequeño Miquel a casa y siguiendo las recomendaciones médicas, de hacerle los controles en la misma clínica. «Los neonatólogos me advirtieron de que había una pequeña lesión que puede provocar dislexia o retraso en el lenguaje, pero nada más».
No fue hasta una visita fortuita al pediatra de sus otras hijas hasta que le descubrieron que Miguel, que ya tenía cuatro meses, tenía parálisis cerebral. «Que no te engañen más», le dijo, conocedor de su caso sin que ella se la hubiera explicado.
La sensación de estos padres fue de connivencia y corporativismo dentro del sector. «Lo llevamos a una clínica de Madrid y nos lo dijeron claramente, tenía una secuela neuronal por imprudencia perinatal», relata la madre de Miquel.
Y así inició un periplo judicial en el que denunciaron por la vía penal a su ginecóloga, a la doctora que estaba de guardia y a la matrona «por no dar aviso de la negligencia que se producía». Leonor Félix acusa a las demandadas de falta de diligencia y abandono del servicio de ginecología durante el puente.
El Jugado de Instrucción tomó declaración a los primeros investigados y posteriormente decidió archivar la causa sin contrastar los informes periciales.
La familia recurrió el archivo a la Audiencia Provincial que hace dos meses dictó un auto ordenando la reapertura de la causa para poder practicar las diligencias que habían quedado pendientes.
El niño, Miquel Codolá Félix, tiene ahora 7 años y sufre una discapacidad del 92 % provocada por una parálisis cerebral en la forma más grave y tetraplejia espástica con afectación de las cuatro extremidades.
En la querella criminal describen que se provocó en el bebé un sufrimiento fetal multiorgánico y multisistémico por sepsis neonatal. Miquel nació el día 5 de noviembre de 2012 con graves secuelas neurológicas por hipoxia cerebral.
Fundación Nemo
La familia Codolá Félix impulsó la creación de la Fundación Nemo en Palma tras esta experiencia. Al tener un niño con diversidad funcional se abrió ante ellos un mundo de dificultades e incertidumbres. Con Nemo quisieron ofrecer a otras familias todo lo que aprendieron con Miquel y crear, además, un centro de neurorrehabilitación con las terapias más vanguardistas de Europa y Estados Unidos. La Fundación Nemo es ahora un punto de información y de encuentro entre familias con situaciones similares que se ayudan entre sí sin perder el entusiasmo. Desde que nació, la entidad ha atendido ya a más de trescientos casos.