Muchos de los que viajan con Ryanair saben ya que su sistema separa por defecto a todos los pasajeros de una misma reserva, familias con menores de edad incluidas. Cuando Andrés Roig, uno de sus miles de pasajeros que se benefician del descuento aéreo de Baleares, pidió una explicación a la compañía la respuesta fue sorprendente: «En las reservas con descuento de residente se debe pagar por los asientos para viajar juntos».
Sin poder dar crédito a ese argumento que le discriminaba por ser residente, el pasajero llamó a Atención al Cliente de la compañía aérea. «Me ratificaron lo mismo. Dijeron que era la política de empresa y que pusiera una queja por escrito». La respuesta a su e-mail dice exactamente lo mismo que las dos anteriores: «En una reserva no se pueden aplicar o acumular dos descuentos al mismo tiempo. Si desea sentarse junto al menor, le aconsejamos comprar el asiento. Si necesita alguna otra información no dude en contactarnos.»
Preguntados por Ultima Hora, responsables de Ryanair niegan que ésta sea la política de empresa y aseguran que hay que pagar para que los pasajeros de una misma reserva puedan elegir el asiento independientemente del descuento de residente. Desde la central alegan lo mismo que Andrés Roig y es que «el descuento no lo hace la compañía sino el Ministerio». Por lo tanto en ningún caso es acumulativo.
Sin embargo, a Roig le explicaron en hasta tres reclamaciones diferentes que para poder sentarse con su bebé de dos años debía pagar un suplemento y le dejaron claro que la compañía no aplicaba esta medida para los pasajeros no residentes en las Islas.
Lo cierto es que, en cualquier reserva de avión, los menores de dos años viajan de forma gratuita en el regazo de un adulto.
Y sólo en el caso de Ryanair, a partir de los dos años, e independientemente de la edad de los pasajeros, hay que pagar un plus de seis euros por billete si se quiere un asiento contiguo. La práctica habitual de quien no quiere asumir este plus es que las azafatas hagan intercambios de asientos para que los menores puedan viajar con sus padres, cosa que a menudo ha generado críticas a la compañía.
Andrés Roig, que no conocía esta medida, advierte de que si ésa es la política de empresa de Ryanair lo que deben hacer es impedir que los menores puedan facturar por separado.
«Te dejan hacerlo y se quedan tan anchos», asegura y recuerda que en caso de acatar las normas «nadie se responsabilizaría de la seguridad de tu hijo en el vuelo».
Roig se ha animado a hacer pública su historia porque considera que «están abusando del sistema». Este pasajero, que finalmente voló a Sevilla el pasado 1 de noviembre, se sintió engañado y abandonado. «Me mandaron un link para reclamar y lo hice, la explicación por escrito es la misma, una injusticia».