El Govern aprobará este jueves unos Presupuestos continuistas con los que ha venido trabajando durante los cuatro años precedentes y apenas incluirá cambios fiscales, más allá de una ligera subida del impuesto de Actos Jurídicos Documentados, que es el que pagan mayoritariamente los bancos cuando se formalizan operaciones hipotecarias.
En estos momentos está en el 1,2 por ciento y pasará al 1,5 por ciento, lo que implica que obtendrá unos ingresos adicionales de 23 millones de euros. La consellera d’Hisenda, Rosario Sánchez, confirmó este martes esta subida en el pleno del Parlament a preguntas de Ciudadanos. Explicó que diez comunidades autónomas tienen el impuesto al 1,5 por ciento.
Algo que está completamente descartado en los Presupuestos del año que viene es la puesta en marcha de los impuestos ‘verdes’ que han pactado las formaciones de izquierdas en los Acords de Bellver. Es un proyecto de legislatura, según aseguran algunas fuentes, que se concretará más adelante.
La consellera señaló que el Govern actúa de forma «responsable y razonable» para adaptarse a un marco de ingresos a la baja, con una caída en la recaudación del impuesto de transmisiones patrimoniales. Sobre este impuesto, los Presupuestos mantendrán la rebaja que se aprobó el año pasado del 8 por ciento al 5 por ciento para inmuebles de menos de 200.000 euros.
También se mantendrán los beneficios fiscales en vigor hasta ahora, como deducciones en materia educativa, de servicios sociales y de vivienda, así como la deducción de 600 euros para gastos escolares de hijos menores de seis años.
La consellera añadió que, pese a la previsión en la bajada de ingresos, los Presupuestos del año que viene mantendrán «los niveles de los servicios públicos fundamentales». El Govern contará el año que viene con 50 millones menos para gastar, por lo que la consellera lleva semanas avisando a sus colegas del Ejecutivo de que deberán recortar en las cuentas. Estos recortes no afectarán a las conselleries de Salut, Educació y Afers Socials.
El Presupuesto global para el año que viene rondará los 6.000 millones de euros. Son 4.400 correspondientes al límite máximo de gasto, más los 1.500 millones que el Govern deberá pedir a los bancos para poder pagar toda esa cantidad en concepto de amortizaciones bancarias.
Las cuentas para el año que viene se aprobarán en la reunión que celebra este jueves el Ejecutivo, adelantada porque el viernes es festivo. En cualquier caso, el detalle completo de las cuentas no se conocerá hasta el miércoles de la semana que viene, que es cuando se enviarán al Parlament para que dé comienzo su tramitación.
Agosto con superávit
El Govern balear cerró el mes de agosto con un superávit de 52 millones, un 0,16 por ciento del PIB. La cifra está por debajo de los 82 millones del mismo mes del año pasado, pero en general son datos positivos si se tiene en cuenta que el déficit se disparó durante los primeros meses del año y sólo se recuperó cuando llegaron las transferencias de financiación. En cualquier caso, y pese a los buenos datos de agosto, el Govern calcula que este año acabará en déficit por la caída de ingresos.