El expresidente del Gobierno Felipe González, mostró este jueves su acuerdo con la «moderación» con la que el actual presidente, Pedro Sánchez, afronta los «hechos violentos» de Cataluña y afirmó que «no es el momento» de aplicar el artículo 155 de la Constititución, el que prevé intervenir o suspender la autonomía.
«Yo no digo que no tenga que llegar. Si hay que llegar, se llega pero no es el momento» dijo el más longevo de los presidentes del Gobierno en España. Fue durante una breve comparecencia previa a una conferencia organizada por el Cercle d'Economia y en la que abordó éste y otros asuntos.
González –que en muchos momentos se ha mostrado crítico con la gestión de Sánchez– destacó la importancia de la «moderación» que, dijo, «es la virtud de los fuertes». El expresidente afirmó que no es la primera vez que algún Gobierno afronta hechos «graves» y recordó las protestas de los ‘chalecos amarillos' en Francia. El socialista –que dio su conferencia sin papeles ni anotaciones– quiso dejar claro que él nunca había defendido un gobierno de gran coalición entre el PSOE y el PP.
«Fue algo que dijo Mariano Rajoy pero luego todo el mundo empezó a opinar de los que yo supuestamente había dicho», precisó.
González (Sevilla, 1942) confesó al inicio de su conferencia, a la que asistieron políticos, expolíticos y empresarios, que su sentido crítico podría llevar a pensar que se muestra pesimista con lo que pasa en España, Europa y el mundo, pero que eso no es así. En su opinión el momento no es ahora peor que hace 60 años.
De lo que sí se quejó fue de lo que llamó «crisis de las reglas del juego» (ese era el título de su conferencia) y de cómo las reglas han ido cambiando y se han ido confundiendo. No dejó indiferente a quienes acudieron a escucharle y lanzó abundantes frases para la reflexión.
Así: «Rectificar es de sabios pero hacerlo a diario es de cretinos». O: «Ahora se gobierna a golpe de tuit y eso supone decir algo y pensarlo luego, cuando debería ser al revés». O: «Le he recordado a la presidenta Armengol una frase de Azaña; que no preocupa que alguien no sepa hablar, sino que no sepa pensar».
El presidente pasó revista a cuestiones que reflexiona desde hace tiempo: de la crisis del capitalismo, al ‘big data' y la falta de privacidad y el ‘Brexit'. Afirmó que lo que se acordó este jueves era la propuesta de la anterior premier.