Baleares pedirá al Gobierno central que se agilicen las prestaciones a los trabajadores afectados por la quiebra del turoperador británico Thomas Cook, inversiones en destinos turísticos perjudicados, un plan específico de promoción turística y una campaña extraordinaria del Imserso, entre otras medidas.
El conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, ha anunciado las medidas que el Ejecutivo autonómico, las patronales y los sindicatos de Baleares han acordado solicitar al Gobierno central para afrontar la quiebra del turoperador, tras una reunión que ha presidido la presidenta Francina Armengol, con los agentes sociales y consells.
«Estamos en una situación excepcional que requiere determinadas medidas», ha dicho Negueruela, quien ha señalado que entre las medidas laborales solicitan que se agilicen las prestaciones a los trabajadores, mediante la colaboración entre el Servicio de Empleo Estatal (SEPE) y el Servicio de Ocupación de Baleares (SOIB) y también con el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
Reclaman la extensión de las bonificaciones a las cuotas de la Seguridad Social para retrasar el cierre de la presente temporada, programas de diversificación económica y reciclaje formativo para los trabajadores y mecanismos de favorecimiento de liquidez a las empresas afectadas a través del ICO y con medidas impositivas como aplazamientos en el pago del IVA y el impuesto de sociedades para compensar las pérdidas generadas.
Solicitan además apoyo directo al sector turístico y para mantener la conectividad con una reducción de las tasas aéreas del 50 % durante los próximos 6 a 9 meses en los aeropuertos de Baleares, así como el lanzamiento de campañas de comarketing con Turespaña para consolidar rutas y fomentar conexiones de sustitución para las que se pierden.
Piden una campaña especial de Imserso extraordinaria para los dos archipiélagos y un convenio específico de inversiones estatales con el Ministerio de Turismo «para las zonas maduras y destinos clave especialmente afectados por la caída de Thomas Cook», ha dicho Negueruela. Daría cobertura a zonas como Magaluf, Playa de Palma, Son Servera, Cala Millor, Capdepera, el norte de Mallorca y Sant Antoni en Ibiza, así como a urbanizaciones maduras de Menorca.
Negueruela considera que varias de las medidas se pueden arbitrar «de forma inmediata» aunque el Gobierno esté en funciones, si bien algunas «tienen que estudiarse y pueden llevar más tiempo».
Además de las medidas acordadas para solicitar al Gobierno central, el Govern trabaja con patronales y sindicatos en medidas autonómicas en el mismo sentido, con el objetivo de «tenerlas ultimadas esta semana», ha dicho Negueruela, quien ha adelantado que serán «medidas específicas para los trabajadores afectados directamente por la quiebra de la compañía».
La intención es «que se mantenga la actividad económica y evitar en lo posible el adelanto de los cierres y estimular que se siga manteniendo la actividad».
Según la estimación del Govern, los trabajadores afectados directamente por la quiebra de Thomas Cook, al estar la sede española de la compañía en Palma, es de unos 800 trabajadores a lo que se suma la actividad auxiliar «mucho más amplia». Además estiman el impacto en turistas que dejarán de venir en 300.000 en temporada baja de octubre de 2019 a marzo de 2020.
La presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), María Frontera, ha llamado la atención sobre el hecho de que las medidas de carácter laboral, fiscal y de incentivos, de conectividad y promoción turística, buscan «intentar paliar los efectos negativos» que ya tiene la quiebra.
«Esperamos que tal como nos prometió la ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, tendrán en cuenta estas medidas y que tomarán una decisión a corto plazo porque como bien les dijimos, estas medidas las necesitábamos ya ayer», ha dicho Frontera.