La Universitat de les Illes Balears (UIB) celebró este viernes en Son Lledó la solemne inauguración del curso académico 2019-20. Como es habitual, y como los propios protagonistas reconocen, el acto sirve para que el rector plantee sus reivindicaciones y reclamaciones, principalmente económicas.
Así lo hizo Llorenç Huguet, quien, en su discurso como rector, enumeró los éxitos académicos y de investigación de la UIB para calificarlos de «milagros» por las dimensiones y el presupuesto de la Universitat. En este sentido, apeló al esfuerzo del Govern y a la implicación de todos los partidos políticos para mantener estos «milagros», como figurar entre las mejores 500 universidades del ránking de Shanghai, concretamente en el puesto 466, y entre las 150 mejores universidades del mundo con menos de 50 años.
Durante los discursos, tanto Antònia Paniza, secretaria general de la UIB, que procedió a la lectura de la memoria del pasado curso, como la presidenta del Govern, Francina Armengol, y el propio Huguet recordaron la figura de Antoni Roig, impulsor de la Universitat, rector honorario y Medalla d'Or de la institución, fallecido el pasado junio.
La lección inaugural corrió a cargo de la doctora Josefa Donoso, catedrática de Química, con el título Set files i devuit columnes, els pilars de la nostra vida, en referencia a la tabla periódica de los elementos químicos, que en 2019 celebra su año internacional.
Evidentemente, Donoso también recordó la figura de Antoni Roig, que era catedrático de Química.
En su intervención, el rector no dudó en afirmar que «la UIB saca pecho por su posición en los ránkings internacionales», añadiendo que «en áreas concretas, estamos entre las primeras del mundo». Concretando, Huguet destacó la necesidad de que el Govern cubra la totalidad del capítulo de personal, una reclamación reiterada año tras año, y que se incrementen las inversiones generales, principalmente en investigación, desarrollo e innovación, recordando que Baleares destina a este apartado el 0,4 % del PIB, mientras que el conjunto de España lo hace en un 1,2 %.
El rector también pidió, como propósitos pendientes de la pasada legislatura, la aprobación de la Llei de la Ciència y la creación del Institut de Recerca de les Illes Balears. Y en cuanto a infraestructuras específicas, Huguet reclamó en primer lugar la construcción, en Palma o en el campus, de nueva residencia de estudiantes e investigadores. Sobre esta cuestión, señaló que «hay 200 alumnos en lista de espera en la residencia y hay estudiantes de Menorca, Pitiüses y la Part Forana de Mallorca que se quedan fuera. Y no podemos olvidar que los precios de los alquileres son ahora altísimos. En Baleares, tenemos 7 habitaciones por cada mil alumnos universitarios, cuando en el resto de España oscilan entre 13 y 129».
La residencia podría tener tres opciones de financiación: enteramente con fondos públicos, con fondos europeos al 50 % y mediante un acuerdo de explotación con una empresa privada. El rector no ocultó su preferencia por la financiación pública.
Huguet también planteó la necesidad de una biblioteca central que, además de servicios como tal, disponga de espacios colaborativos entre alumnos, docentes e investigadores, y cuente con una dotación multi y transmedia, «propia del siglo XXI». Finalmente, el rector pidió a la presidenta que la UIB «se convierta en el centro de referencia de Baleares en inteligencia artificial».
Por su parte, Francina Armengol subrayó que «la UIB está recogiendo los frutos del trabajo bien hecho, reflejado en los ránkings. La excelencia debe ser la brújula y la UIB gana posiciones. Por ello, debemos trabajar por una ley estatal de universidades para el siglo XXI». La presidenta invitó a la UIB a «estar más cerca de la toma de decisiones estratégicas, con más participación y protagonismo».
La presidenta recordó que la aportación del Govern a la UIB ha crecido un 34 % en cuatro años y se comprometió con la Llei de la Ciència y el Institut de Recerca, así como con la búsqueda de fórmulas de financiación para la nueva residencia.