Hoy en día podemos obtener multitud de datos meteorológicos en tiempo real. En Baleares existe una red de aficionados que lleva muchos años observando e informando de forma desinteresada acerca de la situación meteorológica de nuestras Islas.
Las nuevas tecnologías han influido mucho en el desarrollo de esta ciencia. Los aficionados han pasado de escribir en un papel los datos que recogían con su pluviómetro y barómetros a contar con su propia estación automática y difundir los datos que obtienen en Internet.
Una de las páginas de aficionados más populares es la de Balears Meteo, una red que nació hace cinco años y que actualmente cuenta con más de 60 estaciones meteorológicas repartidas por todo el archipiélago balear.
Balears Meteo dispone, además, de numerosos aficionados que tienen una estación meteorológica e informan de la situación del tiempo de su municipio. Uno de estos colaboradores es Enrique Rodríguez, profesor de Ciencias y apasionado de la meterología en su tiempo libre. «Decidí irme a vivir a Vilafranca porque allí podría tener mi propia estación meteorológica», confiesa.
Rodríguez se encarga de las dos estaciones meteorológicas de su municipio, una está instalada en su casa y otra en el parque del pueblo. La estación de su domicilio cuenta con un amplio equipamiento; una estación automática, dos pluviómetros y una webcam que transmite en tiempo real lo que está pasando en el pueblo, algo que era impensable hace unos cuantos años. «Es increíble porque gracias a estas webcams la gente puede ver lo que está sucediendo en el cielo en ese mismo instante», declara.
Todos los aficionados coinciden en que la llegada de Internet ha supuesto un impulso muy importante para todos ellos y afirman: «Gracias a las redes sociales ahora nos podemos comunicar de una forma mucho más rápida. Si está lloviendo mucho en un municipio rápidamente nos ponemos en contacto con otros aficionados y les informamos sobre ello».
Colaboración
Además de estos aficionados que deciden actuar por su cuenta y publicar los datos en sus redes sociales, la Agencia Estatal de Meteorología cuenta con más de 150 colaboradores que les proporcionan información y les ayudan a complementar los datos que recogen sus estaciones automáticas.
Estos colaboradores son personas que tiene algún instrumento de medición en su casa y recogen datos de forma totalmente altruista. Algunos cuentan con un pluviómetro sencillo y otros incluso tienen su propia estación automática.
La primera colaboradora fue una mujer del municipio de Sóller que empezó a enviar información a la Aemet en el año 1934. Desde ese momento, el número de colaboradores ha ido incrementando con el paso de los años.
El control de algunas estaciones pasa de una generación a otra y otras son controladas por aficionados que decidieron seguir con el trabajo que tenía un antiguo colaborador. «Muchos aficionados solicitamos a la Aemet que nos presten un instrumento y así podemos seguir colaborando tal y como hacía el antiguo colaborador», comentan.
Cambio climático
Todos los aficionados están de acuerdo con que las nuevas tecnologías han sido muy importantes para el aumento de la popularidad de esta ciencia. No obstante, uno de los aspectos que también ha hecho incrementar el interés por la meteorología es el cambio climático.
Cada vez son más las personas que se preocupan por lo que está pasando y se informan sobre la situación y los posibles efectos que puede tener el cambio climático sobre nuestras islas. Asimismo, el hecho de que Baleares presenten acontecimientos tan extremos como las torrentadas de Sant Llorenç el año pasado, hace que la gente quiera estar al tanto sobre cómo está afectando el cambio climático en las Islas.
Uno de los medios que más ha notado el incremento de esta popularidad es la sección del tiempo de los informativos de IB3. «Hemos visto que cuando hay movimiento meteorológico recibimos muchas fotografías por parte de los ciudadanos», declara Marc Caldentey, meteórologo de la cadena.
Climent Ramis, profesor emérito de la UIB, cree que el cambio climático «preocupa a todo el mundo. Antes parecía que los meteorólogos eran los únicos que se interesaban sobre los efectos del cambio climático y, desde hace unos años, la gente habla más de ello», declara.