Una de las administraciones de Lotería del centro de Palma más emblemáticas, la número 4 y ubicada en la calle Brondo, lleva sin estar en funcionamiento cerca de cuatro años. El fallecimiento de su titular y el no haberse tramitado ningún proceso de traspaso propició que cesara la relación con la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) y que, en consecuencia, desapareciera como tal del mercado.
Si alguien se pregunta qué sucedió para que no continuara operativa la respuesta es compleja. Su privilegiada ubicación, al estar anexa al bar Bosch e instalada en el portal de un inmueble propiedad del dueño del Bosch, la convirtió en una de las administraciones de Lotería más populares del centro de la ciudad y que, además, superaba todos los registros de ventas del resto de administraciones de Palma.
La operación de traspaso estuvo a punto de formalizarse tras llegar a un acuerdo su titular y el dueño del bar Bosch, Onofre Flexas. La rehabilitación del inmueble que hoy alberga el turismo de interior hotel boutique Bosch propiciaron el cierre temporal de la administración por las obras, lo que motivó que Onofre Flexas hiciera una propuesta económica al titular de la Administración de Lotería. Cuando todo estaba a punto para firmarse se produjo el fallecimiento del titular, por lo que la operación no se realizó.
Operación rentable
Flexas quería que la citada administración siguiera adelante porque era un punto de atracción para turistas, visitantes y residentes. Era un negocio más, en este caso muy rentable, y que beneficiaba al bar Bosch por el trasiego de gente que canalizaba en las horas en que estaba abierta al público. En su momento hizo una suculenta oferta económica, la cual fue aceptada, pero el destino hizo que la calle Brondo se quedara sin administración y que su continuidad fuera inviable. Desde la SELAE puntualizan que «el fallecimiento del titular de una administración, en régimen administrativo, pone fin por sí mismo a la relación que se mantiene con el organismo de Loterías del Estado».
Una administración como la número 4 de Palma, por ubicación y dedicarse exclusivamente a la venta de todo tipo de juegos y apuestas, según indican fuentes del sector, superaba con creces al año los 200.000 euros de facturación. Hay que indicar que el propietario de una administración o un negocio de Lotería se queda el 6 % de cada boleto que vende.