La sala de plenos del Consell de Mallorca permanecerá patas arriba durante todo el mes de agosto. Los bancos y el resto del mobiliario han sido apartados y se han instalado andamios en todo el salón. El motivo es la restauración de la tapicería que cubre y adorna sus paredes, los llamados damascos, muy deteriorados por el paso del tiempo.
Tres restauradores especialistas en tejidos se encargan de la intervención, en la que ya llevan trabajando dos meses y que prevén finalizar a mediados de septiembre. Explicaron que antes de iniciar la restauración realizaron un complejo estudio previo para poder determinar el alcance de la intervención: analizaron las fibras de los tejidos, así como sus ligamentos, y tomaron fotografías con tecnología termográfica y ultravioleta a fin de identificar las zonas con humedades y las que ya habían sido restauradas anteriormente. Luego se elaboró un mapa de la tapicería con las zonas dañadas y se planteó la intervención.
Los damascos del salón de plenos están decorados con piñas y recuerdan el estilo medieval. En conjunto ocupan una superficie superior a los 200 metros cuadrados. Caterina Fiol, una de las restauradoras, explicó que las partes más dañadas eran las inferiores, las que quedan a la altura de las personas, «sobre todo a causa de los roces de los periodistas y los fotógrafos». La intervención consiste en recoser estas partes dañadas con una técnica llamada punto de restauración, con hilo de seda natural. Otro restaurador, Cristian Valverde, añadió que en algunas zonas se superpondrá un tul «para proteger aun más la intervención».
Prevención
Laura Martín, la otra restauradora, indicó que los damascos datan de los años 20 del siglo pasado y que ya han sido restaurados al menos dos veces. «Pero no aguantará muchas más intervenciones –dijo–, de modo que sería deseable hacer un plan de conservación preventiva. No hay que acercarse a ellos». La empresa que hace los trabajos se llama Tracer, Conservación y Restauración SL.
La sala de plenos, así como todo el edificio del antiguo Palau de la Diputació, están protegidos como Bien de Interés Cultural. Los trabajos no afectarán a los plenos, puesto que el Consell ya adelantó a finales de julio la sesión ordinaria de agosto.