Un estudio de la UIB demuestra que la esponja invasora Paraleucilla magna induce a la activación de las defensas y el estrés del alga autóctona Peyssonnelia squamaria, sobre la cual crece la primera.
En los últimos años, se han localizado en el Mediterráneo diversas especies de esponjas procedentes, como consecuencia de actividades humanas, de mares tropicales, favorecidas además por el calentamiento global. Algunas de estas esponjas proliferan y producen efectos negativos en las comunidades autóctonas de algas y esponjas.
La investigación de la UIB ha sido publicada en la revista científica internacional Marine Environmental Research.