Emiliano González nació en Madrid en 1951. Profesionalmente siempre ha estado vinculado al sector turístico. Comenzó ocupando diversos cargos en varias agencias de viajes hasta que recaló en 2002 en MSC. Actualmente, y desde septiembre de 2017, es el presidente de esta naviera. Su visita a la Isla está motivada por toda la polémica que se ha suscitado en el último mes con la actividad de los cruceros en Palma.
¿Qué opina de la polémica sobre la escala de cruceros en Palma y de las posiciones contrarias que hay sobre esta actividad?
— Yo me hago otra pregunta muy aclaratoria, como el hecho de por qué se habla de los cruceros y no se habla de personas. Ningún barco de cruceros de ninguna naviera entra en la Catedral de Palma, circula por las avenidas o entra en la Cartuja de Valldemossa. Estamos hablando de turistas que llegan a Palma y vienen con su mejor intención de visitar la Isla. Si alguien dice que no quiere cruceros, lo que está diciendo es que no quiere turistas. Quien se manifieste así, que lo diga claramente. El crucero es un mero transporte que sirve además de alojamiento.
¿Saturan o no los cruceristas el centro de la ciudad?
— La estadística demuestra que la mayor afluencia de cruceros se produce en los meses de temporada baja y media. ¿Qué ocurre si hace mal tiempo en la Isla en esos meses? La respuesta es que la mayoría de los turistas optan por venir a Palma y si ese día coincide que hay tres o cuatro cruceros, los ciudadanos solo ven o creen que todos los que visitan la ciudad son cruceristas y son los culpables de la masificación. Quien crea esto que lo demuestre con cifras, porque hay que tener en cuenta otros medios de transporte.
¿Qué pasa realmente?
— Los turistas de cruceros no son los culpables de la saturación, sino que aportan un valor añadido económico más importante de lo que algunos están empeñados en demostrar todo lo contrario. Todas las ciudades portuarias quieren tener barcos de cruceros y aquí, en Palma, no entramos a valorar el por qué se actúa en contra de este sector.
¿Se puede limitar la llegada de cruceros?
— Si alguien quiere limitar la llegada de cruceros en Palma, que empiece por decir y demuestre con cifras que los turistas que llegan en un barco de crucero son los culpables de la masificación. La industria de los cruceros es una de las más reguladas a nivel mundial y desde el 1 de enero de 2020 entra en vigor una normativa donde las emisiones de azufre se van a reducir un 85 %. Si se quiere limitar, también habría que limitar la llegada de aviones o ferris.
¿Qué cifra es la ideal de escala de cruceros?
— No hay un número ideal. La Isla tiene un gran atractivo y en una economía de libre mercado no se pueden poner condicionamientos.
¿Contaminan?
— Si no se demuestra con hechos contrastados, de alguna forma se está diciendo que la Autoritat Portuària de Balears no hace su trabajo y por extensión Puertos del Estado o el Ministerio de Fomento. No se conocen sanciones en materia medioambiental a barcos de cruceros. No contaminan y está demostrado a nivel mundial. Además se trata de un producto turístico muy regulado, que genera actividad económica y dinamiza los destinos vacacionales.
¿Qué opina de la ecotasa?
— No entendemos que se grave al sector de los cruceros y no a otros tipos de transporte, caso del avión o los ferris.
¿Qué opina del manifiesto empresarial a favor del turismo de cruceros?
— No hace más que demostrar el impacto económico de este sector en los destinos, porque tiene un valor añadido en todos los sectores productivos, sean o no pymes, en Palma y en Mallorca.
¿Y de los vertidos de piscinas de cruceros con productos contaminantes?
— Pedimos rigor, y que cualquier manifestación que genere certidumbre.
¿Van a negociar con el Govern para llegar algún acuerdo?
— Desde MSC y desde todo el sector de cruceros estamos abiertos al diálogo con todas las partes para buscar soluciones con el máximo respeto, rigor e inquietud al margen de comentarios tergiversados.