La Asociación Unificada de Transferistas de Mallorca (Asutram) realizó este jueves una manifestación por el centro de Palma y en el aeropuerto, con su flota de microbuses, para denunciar la actitud del Govern de no querer derogar la normativa que les impide operar en el aeropuerto de Son Sant Joan, según indicó el presidente de esta patronal, Bartolomé Sabater.
El decreto que impide a estos autobuses con más de diez plazas trabajar en Son Sant Joan «lo aprobó el Govern en 2017 por pura presión de los taxistas, lo cual impidió a las empresas poder recoger pasajeros en la zona de llegadas del aeropuerto de Palma, cuando contamos con todo los permisos. Por culpa de esta estrategia del Ejecutivo se nos tachó de forma injusta de piratas y nos asarán a inspecciones de todo tipo».
Sabater añadió que la regulación de estas autorizaciones de servicio público «están bien definidas y sin que exista ambigüedad alguna en la Ley de Ordenación de Transporte Terrestre».
Esta reglamentación define que la contratación por parte de estos servicios se regirá por el principio de libertad de contratación, sin más limitaciones que las derivadas de la ley mercantil. Además de no existir limitación alguna por razón de destino u origen del servicio.
Las competencias en materia de transporte están transferidas a las comunidades autónomas, «pero no así su ordenación o reglamentación y menos en materia mercantil, éste es un derecho exclusivo del Estado recogido en el artículo 149.6 de la Constitución Española. Esta reglamentación es la que ha incumplido el Govern de forma unilateral».
Como consecuencia de las reclamaciones planteadas ante el Ministerio de Fomento, «conseguimos hace un año que el Gobierno central y Bruselas obligara al Govern balear a cambiar la citada normativa para que las empresas afectadas pudieran desarrollar su trabajo en el aeropuerto sin problema alguno».
Protesta
Pese a los contactos mantenidos con la Conselleria de Mobilitat en la pasada legislatura y en la presente, «siguen empecinados en no cumplir la normativa, por lo que nos hemos visto obligados a mostrar nuestro desacuerdo con la concentración de coches que hemos realizado por el centro de Palma».
Sabater criticó al Govern por haber cedido «a la presión de un lobby, como el de los taxistas, y así no tener problemas. Esperamos que el Govern recapacite y cambie».