La junta de gobierno del Colegio de Ingenieros ha suspendido las elecciones para la renovación de 7 de sus 15 vocalías, que estaban previstas este miércoles, tras anular una de las candidaturas por la presencia de un colegiado que tiene abierto un expediente disciplinario.
La paralización del proceso es el último capítulo en el enfrentamiento entre dos sectores de la organización colegial: uno encabezado por el actual decano, Alfredo Arias, y otro crítico con su gestión que, según ha anunciado este miércoles en un comunicado, ha presentado una denuncia por prevaricación contra Arias.
El sector crítico asegura que el decano paralizó el proceso electoral para cubrir siete vacantes producidas por dimisión porque uno de los miembros de la candidatura habría realizado un escrito en el que censuraba la gestión del decano en un tono «totalmente respetuoso».
El bufete de abogados que ha planteado la denuncia explica en su nota pública que, antes de esta acusación de prevaricación, ya había planteado un recurso contencioso administrativo contra el decano por desestimar una solicitud de convocatoria de junta general.
Otro despacho legal, en representación de los actuales responsables del Colegio de Ingenieros Industriales, ha explicado a Efe que los estatutos establecen que un colegiado sometido a expediente disciplinario no puede formar parte de una candidatura para la junta de gobierno.
Por ello, «para salvaguardar los derechos» de ese candidato, la junta de gobierno dirigida por Arias decidió suspender las elecciones que iban a celebrarse este miércoles, a las que concurrían la del sector crítico y otra candidatura.
Según esta versión, las elecciones volverán a convocarse cuando el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales resuelva el recurso que mantiene abierto el expediente disciplinario al candidato crítico.
El expediente, ha indicado la misma fuente, se le abrió por su actitud constante de entorpecimiento de la actividad de la entidad mediante la impugnación de las decisiones de la junta y el decanato y por su «campaña de difamación» contra Arias.