El Gobierno quiere utilizar drones (RPAS) para controlar, a través de sensores, el nivel de contenido en azufre de los cruceros que atraquen en puertos españoles. El objetivo será detectar si superan el nivele máximo permitido de 0,5% en masa, que se exigirá a partir del 1 de enero de 2020.
Así lo ha explicado el Ejecutivo, en respuesta a una pregunta parlamentaria de Unidas Podemos en la que su portavoz de Medio Ambiente, el diputado de Equo Juantxo López de Uralde, le exigía al equipo de Pedro Sánchez un mayor control y regulación de la contaminación de estas embarcaciones.
En concreto, los 'morados' se referían a los puertos de Barcelona y Palma. Ambos lideran el ranking de puertos «más castigados» en el estudio 'Transport & Enviroment' que el pasado mes de junio dio a conocer la organización Ecologistas en Acción.
El Ejecutivo asegura que España está aplicando la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la reducción del contenido de azufre de determinados combustibles líquidos, de forma que todos los buques, cuando entran en puertos europeos, deben consumir un combustible con contenido de azufre inferior al 0,10% en masa, a no ser que utilicen sistemas de limpieza de gases de escape o combustibles alternativos.
«Esto se aplica igual en todos los puertos europeos independientemente del tipo de buques», apunta el Gobierno en el texto enviado al grupo parlamentario.
INSPECCIONES QUE CONTROLAN EL CUMPLIMIENTO
En el documento, también precisa que dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) que España tiene en el Mediterráneo, todos los buques de pasaje, incluidos los cruceros, deben consumir combustibles con un contenido inferior al 1,50% de azufre en masa, al igual que se les exige en las ZEE de Francia y de Italia en el Mar Mediterráneo.
Del mismo modo, precisa que el país está realizando Inspecciones a los buques, y muestreos y análisis del combustible que consumen, para comprobar el cumplimiento de esa legislación.
A este control, esperan unir en 2020 el uso de drones. El equipo de Pedro Sánchez ha informado al grupo confederal de que se encuentra en conversaciones con la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) para efectuar esta labor con drones. Estos aparatos, según apunta, estarían controlados remotamente y, a través de sus sensores, se analizará la pluma de gases emitida por la chimenea de los buques y podrá comprobarse el contenido de azufre del combustible que el buque en cuestión esté quemando en ese momento.
El Gobierno quiere usar esta medida para la entrada en vigor, el año que viene, de los nuevos máximos de azufre permitidos en los combustibles de los buques, a nivel mundial. Éste no podrá ser superior al 0,50% en masa.