Los partidos políticos que han firmado el acuerdo de gobernabilidad están analizando ya ‘perfiles' (y, evidentemente, nombres) para encajarlos en el nuevo organigrama del Govern, de once conselleries, dos de ellas (la de Presidència y la de Educació) con otras tantas secretarías autonómicas, o ‘conselleries dentro de conselleries' que es la fórmula que ha aceptado el PSIB para contentar las aspiraciones de Podemos y Més.
Presidència, que hasta ahora ha gestionado Pilar Costa, es una de las conselleries con secretaría autonómica y es uno de los departamentos que asumirá más competencias. La Direcció General de Cultura, así como los organismos dependientes de la actual Conselleria de Cultura, dependerán de ésta. Retendrá Comunicació y el PSIB elegirá a su responsable.
Cambios en Afers Socials.
La creación de la Conselleria d'Economia, Turisme i Treball obliga a una serie de cambios que también se notarán al perder el rango de Vicepresidència que tenía asignada Innovació. Una parte pasará a Educació (a la secretaría autonómica que gestionará Més) pero otra será para la Vicepresidència que gestionará Podemos, la de Canvi Climàtic y Diversificació y que gestionará las competencias en comercio y en industria.
En el último tramo de la negociación, Més logró algo que no había obtenido hasta entonces: que la política territorial (hasta ahora en la macroconselleria de Mobilitat) pase a Medi Ambient.
Otra conselleria que gana peso político es la de Afers Socials ya que incorpora las competencias de juventud y de deporte.
En realidad, y según se ha informado a este diario, no son tantas las diferencias con el Govern actual salvo el reparto de las áreas. De hecho, solo se crea una nueva, que es la de Administracions Públiques, que se separa de Hisenda.
Quienes sean los titulares de las secretarías autonómicas no formarán parte del Consell de Govern ni asistirán a las reuniones de los viernes en el Consolat de Mar.
IB3
Aunque IB3 es un ente que solo da cuentas al Parlament, la televisión autonómica ya no dependerá orgánicamente de la Conselleria de Presidència. Esa era una reclamación de Podemos y de Més para alejar cualquier ‘sospecha' de control político, sobre todo del área del que depende la comunicación del Govern. En el próximo Govern, ‘colgará' de Administracions Públiques.