El expresidente del Govern balear Jaume Matas se sentará de nuevo a partir del lunes en el banquillo de la Audiencia de Palma para uno de los últimos juicios que tiene pendientes, el del caso Son Espases, en el que está acusado de amañar la adjudicación del hospital de referencia autonómico.
Matas, que en la actualidad cumple condena por el caso Nóos, se enfrenta en el proceso de Son Espases a una petición de pena de 4 años y medio por varios delitos de corrupción, en un juicio que se ha programado con tres semanas de duración.
El expresidente y exministro de Medio Ambiente compartirá banquillo con la exconsellera de Salud Aina Castillo, el exdirector del Servicio Balear de Salud Sergio Bertrán y el empresario Jesús Peinado.
A los cuatro acusados se les imputan delitos de prevaricación, fraude a la administración, malversación y tráfico de influencias por irregularidades en la adjudicación del concurso para construir el hospital, licitado en 2006 por 778,4 millones de euros.
Penas
La Fiscalía pide para Matas condenas que suman 4 años y 6 meses y 16 años de inhabilitación; para Castillo solicita 15 meses de prisión e inhabilitación por 12 años; para Bertrán, 3 años de prisión y 8 de inhabilitación, y para Peinado, 2 años de cárcel y 8 de inhabilitación. Todos se enfrentan además a distintas multas.
La Abogacía de la Comunidad Autónoma de Baleares pide una condena de 2 años y 10 meses de prisión para Matas; de 2 años y 1 mes para Castillo (apreciando la atenuante de confesión), y de 2 años y 10 meses para Bertrán, y para Peinado reclama 1 año y 6 meses por fraude a la administración.
El partido MÉS per Mallorca, personado también como acusación, pide 4 años de privación de libertad para Matas, Castillo y Bertrán, y 3 para Peinado.
Matas está pendiente también de la sentencia del caso Over, que se juzgó a principios de año y donde suscribió un acuerdo de conformidad con la Fiscalía en el que se plantea al tribunal la sustitución por 18.000 euros de los 2,5 años de cárcel por la prevaricación, la malversación y el fraude que confesó ante el tribunal.
En la última sesión de la vista, la acusación particular que representa al Govern balear pidió a la Audiencia que no admita esa petición y ordene su ingreso en prisión, por la adjudicación irregular de contratos a Over, en pago por una «deuda moral» con esta empresa que hizo la campaña electoral del PP.
El expresidente balear cumplió 9 meses de condena en la prisión de Segovia por tráfico de influencias por beneficiar fraudulentamente con dinero público a un periodista que le escribía discursos, y en la actualidad está cumpliendo la de 3 años y 8 meses a la que fue sentenciado en el caso Nóos.