«No existe nada más inspirador que ver a un joven aprendiendo en cualquier lugar del mundo, pero todos los días hay millones de niños y niñas en riesgo cuando van a la escuela». Con estas palabras se expresó este martes la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, en la sesión de inauguración de la III Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras que se celebra en el Palacio de Congresos de Palma con la participación de más de 300 expertos internacionales. El evento sirve para que los 89 países que ya se han adherido a la Declaración de Escuelas Seguras se impliquen en aplicar las medidas que incluye y no se queden en papel mojado porque, como dijo Fore, en estos momentos «estamos en cifras máximas de conflictos y muchos niños no van al colegio porque su vida está en peligro».
Ante esta situación, los participantes reivindicaron una educación segura. La representante del secretario general de la ONU para la infancia y conflictos armados, Virginia Gamba, señaló que en situaciones de violencia, la educación «contribuye a la prevención de conflictos futuros», por lo que las escuelas «deben ser lugares seguros». Sin embargo, esto no es así, «y los ataques contra escuelas son una tendencia al alza preocupante».
Explicó que en las zonas de conflicto, los colegios son objeto de ataque por parte de grupos milicianos y que adquieren un uso militar. Además, los ataques no solo afectan a la infraestructura sino a alumnos y docentes, además de poner en peligro a los niños y niñas en su recorrido al centro escolar.
Las escuelas y universidades en zonas de conflicto y guerras de todo el mundo han sido entre 2013 y 2017, blanco de 12.700 agresiones que han afectado a unos 21.000 estudiantes y docentes. Y en este escenario, mujeres y niñas son las que se llevan la peor parte, de ahí que se celebrara una mesa redonda dedicada a la perspectiva de género. La representante especial de la Misión de Asistencia a Iraq de la ONU, Marta Ruedas, y la directora ejecutiva de Plan Internacional España, Concha López, relataron como en zonas de conflicto las niñas sufren violaciones, se ven obligadas a matrimonios forzosos y dejan la escolarización.
En la inauguración, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, anunció el inicio de un programa del Gobierno de cooperación y formación para personal civil y militar con responsabilidad en materia de defensa para prevenir que escuelas y universidades sean blanco militar en conflictos armados.