El movimiento Extinction Rebellion protagonizó ayer su tercera acción de protesta en Palma escenificando un funeral ambulante por la Madre Tierra. Su objetivo es que el Gobierno del Estado, el autonómico y los ayuntamientos declaren la emergencia climática.
Unas 40 personas participaron en la acción, que arrancó en la Plaza de España y acabó frente a Cort. Iban Dispuestos en forma de comitiva funeraria, portaban un baúl con ‘Nuestro futuro' en el interior e iban vestidos de negro. También exhibían enseñas con el logo de Extinction Rebellion. Tanto los residentes como los numerosos turistas que en aquel momento –entre las 18 y las 19 horas– paseaban por Palma observaban la acción con asombro y curiosidad.
Antes de iniciar la marcha, en la Plaza de España, la comitiva expuso las razones por las que hacía la protesta e invitó a la gente a unirse a ella. En la Plaza Major también pararon, y en Cort.
En los parlamentos advirtieron de la emergencia climática, que de no resolverse acabará con «el futuro de la humanidad» y con la biodiversidad del planeta.
Las peticiones
Extinction Rebellion pide a los gobiernos «que digan la verdad acerca de lo fatídica que es nuestra situación», que reduzcan las emisiones de CO2 y democracia directa y participativa.