Un aspirante a bombero del Consell ha reconocido este martes en juicio que consiguió todas las preguntas de uno de los exámenes de la oposición de 2016. Hizo una prueba perfecta en la que contestó de forma correcta a las 100 cuestiones. Lo hizo tan bien que hasta acertó cuatro preguntas que estaban mal formuladas. Su perfección desató las sospechas del tribunal y llevó una investigación que ha terminado con su madre también sentada en el banquillo de los acusados.
La mujer, funcionaria del Consell, es la sospechosa de haber entregado las pruebas a su hijo. Ella lo niega. Compartía despacho con el secretario del tribunal, una de las personas que custodiaba el examen y sus respuestas. En el juicio, el opositor a bombero intentó exculpar a su madre. Según su versión entró un día en ese despacho sin ser visto por nadie y localizó las pruebas en el escritorio del secretario. Asegura que les hizo una fotografía con el móvil.
La Fiscalía solicita una pena de un año de prisión para el joven, al que acusa de un delito de revelación de secretos y retiró en el juicio la acusación a la madre. Sin embargo, contra ella sí pide una multa otros aspirantes al concurso. En el juicio también se discute la actuación del Consell a raíz de descubrir el fraude. Un grupo de opositores solicitan que se anule todo el procedimiento. El resto de miembros del tribunal explicaron en la vista que se hicieron una serie de comprobaciones, entre ellas un análisis matemático, y que se descartó que otros aspirantes tuvieran también las respuestas. Nadie más hizo un examen perfecto, ni de lejos.