El Govern está ultimando un decreto para instalar desfibriladores en lugares públicos y privados. Así lo explicó este domingo la consellera de Salut Patricia Gómez, durante la segunda edición de la jornada de RCP (reanimación cardiopulmonar) en el velódromo de Palma. «Lo firmé la semana pasada, y no sé si ha salido a exposición pública; si no lo ha hecho, saldrá esta semana. Se trata de establecer qué criterios tiene que cumplir un establecimiento público o privado para tener un desfibrilador».
La consellera destacó que el decreto permitirá también que el 061 tenga constancia de todos los que están en la calle, para comunicar a quienes den la alerta cuál es el desfibrilador más cercano mientras llegan las emergencias.
La instalación de estos aparatos en lugares de fácil acceso permitirá salvar muchas vidas. Según José María Álvarez, jefe de Servicio del 061, «más de 400 personas mueren cada año por muerte súbita en Baleares. En un 70 por ciento de los avisos al Servei d'Emergèncias hay una persona alertante, pero sólo en el 20 por ciento de los casos se interviene con una reanimación cardiopulmonar, y normalmente son personas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».
Así, el objetivo la jornada de RCP, a la cual asistieron más de 600 personas, fue formar a la sociedad para que sepa cómo hacer una reanimación cardiopulmonar en una situación de emergencia. El acto comenzó a las 10.30, con la entrega de dorsales. Los integrantes se dividieron entres grupos: maniquíes adultos, adolescentes y lactantes, ya que las maniobras no son las mismas, y a la una comenzaron cinco minutos de RCP, con la canción Stayin' Alive marcando el ritmo.
Muchos participantes eran menores, algo que para los organizadores es «muy bueno, que se asimilen estos conceptos desde pequeños».