La caída de la inversión pública ha envejecido las infraestructuras de Baleares en la última década y se eleva al 20 % las que tienen más de 20 años de antigüedad, según el informe autonómico elaborado por la Fundación BBVA y el Ivie, que utiliza la información de la base de datos El stock y los servicios del capital en España, que acaba de ser actualizado.
En el informe se detalla que los lentos ritmos de inversión y la depreciación de las elevadas dotaciones de capital acumulado hasta la llegada de la crisis «están provocando un envejecimiento del stock, que se agrava por el desplome del esfuerzo inversor público».
Las tasas de inversión en Baleares en el período 1995-2015 comparado con el de 1964-1995 «han sido inferiores a las registradas en la mayoría de las comunidades autónomas».
Un factor positivo que se resalta es que, en contrapartida, «el impacto de la inversión residencial ha sido notable desde 1995, como consecuencia de la fuerte especialización turística».
Una de las desventajas que se destaca es la desigualdad relativa en cuanto a las dotaciones de capital por habitante en servicios públicos. Baleares ocupa un lugar medio pese a su peso en el PIB regional.
En el estudio comparativo regional se hace especial hincapié en que las Islas «destacan por el peso de los servicios privados y la construcción, mientras que presenta debilidades en el sector agrícola y el industrial».
La conclusión principal a la que llega la Fundación BBVA es que la inversión «es una determinante clave del ciclo económico, debido a su variabilidad. Además, determina los cambios en las dotaciones de capital, lo que afecta a la capacidad productiva y también a la evolución futura del PIB».