La noticia de la detención y posterior puesta en libertad sin medidas cautelares de Ángel Hernández, el hombre arrestado por haber ayudado a morir a su esposa aquejada de esclerosis múltiple en fase terminal, generó infinidad de reacciones a lo largo y ancho de todo el país, entre ellas la de la presidenta del Govern, Francina Armengol.
En una publicación en su página oficial de Facebook la mandataria balear expresó su «solidaridad» con Hernández y a su mujer, María José, le dijo «descansa en paz», calificando la disposición del hombre de asistirla en el final de su vida como «un acto de amor profundo y de una dignidad que estremece el corazón».
Armengol aprovechó también para mandar un recado a toda la clase política, con respecto a la asignatura pendiente de adoptar un debate sosegado y serio para avanzar hacia el fin de la despenalización del derecho a una muerte digna.
«La política debe ser más humana y dar respuesta a una muerte digna», aseguró.
Al respecto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no descartó un eventual indulto para esta persona en el caso de que la Justicia acabe emitiendo una sentencia condenatoria
Este pasado jueves Hernández fue arrestado, aunque al final de la jornada la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 36, en función de guardia de detenidos, acordó su puesta en libertad sin medidas cautelares, tal y como informó el Tribunal Superior de la Justicia de Madrid (TSJM).
Durante el día se conocieron abundantes detalles sobre el caso, como que hace más de veinte años evitó que su esposa se quitara la vida.