Bartomeu Vicens volvió este jueves a los juzgados de Vía Alemania para declarar ante un juez de Andorra por un delito de blanqueo de capitales. El exconseller de UM que cumplió varias condenas por corrupción es objeto ahora de unas pesquisas por haber derivado a cuentas de este país los beneficios que logró de varios delitos. De hecho, desde Andorra se ha pedido a las autoridades españolas que acrediten las distintas penas de Vicens.
En 2013, en medio de la investigación del ‘caso Can Domenge', la policía española localizó una cuenta corriente en Andorra a nombre de Vicens con 600.000 euros. Los fondos fueron recuperados y sirvieron para pagar las multas e indemnizaciones a las que había sido condenado. Sin embargo, en 2016 las autoridades andorranas iniciaron una investigación propia por blanqueo de capitales y solicitaron apoyo a los juzgados y la Fiscalía de España. Este jueves, tuvo que comparecer para explicar el origen de esos fondos.
Vicens lleva años en libertad después de cumplir las condenas que se le impusieron en tres casos diferentes de corrupción. Fue uno de los primeros antiguos cargos de UM en ingresar en prisión tras una condena a tres años de cárcel que le impuso el TSJB por una serie de pagos por trabajos que no se habían realizado al antiguo contable de su empresa. Fue condenado cuando aun era diputado autonómico.
Posteriormente a esta primera condena, Vicens se convirtió en ‘arrepentido'. Su declaración apenas dos semanas antes del juicio de ‘Can Domenge' reveló la existencia de un cohecho en torno a la operación para construir en esos terrenos y fue clave para la condena a Maria Antònia Munar. Esa revelación se produjo antes de que se juzgara el tercer gran asunto contra él, el ‘caso Metalumba' en el que se le pedían más de 17 años de cárcel y también se juzgaba a su mujer. Tras ese caso recibió una condena menor.