«El demandante se tomó a guasa el aviso de un incendio y no lo trasmitió a quien correspondía. No lo hizo tras el primer aviso, que se tomó a broma, cuando su superior contactó con él persistió en su actitud». La Sala de lo Social del TSJB da la razón a una empresa eléctrica y revoca el fallo que había declarado improcedente el despido de un importante técnico que se desentendió de un incendio en la Nochevieja de 2015.
La resolución concluye que lo que hizo el trabajador no fue una «simple torpeza» sino una «actitud temeraria» que justifica un despido disciplinario.
El juzgado de lo Social había dado previamente la razón al trabajador. Había descartado las alegaciones de la empresa: que había consumido alcohol en ese momento y que realizó comentarios sexistas a una compañera. Sin embargo, el TSJB reacciona con contundencia a esa sentencia. El tribunal valora que, aunque el trabajador llevaba casi treinta años en la empresa y a que no tenía ningún expediente previo estaba en un cargo de gran importancia: «Encontramos un salario que se justifica sólo por la enorme responsabilidad que tenía atribuida».
El trabajador recibió una llamada por un aviso de incendio en una caseta de un transformador en las afueras de un pueblo. El aviso no fue efectivo hasta cuatro horas después. «El incendio no tuvo grandes consecuencias, pero esto a juicio de la Sala no permite aminorar la gravedad del incumplimiento del demandante. Ignoramos por qué actuó del modo en que lo hizo, no podemos atribuirlo al consumo de alcohol ni tampoco a la medicación que tomaba». En todo caso, se revoca la sentencia que condenaba a la empresa a pagar casi 200.000 euros al trabajador despedido.