El segundo enlace entre la Península y Mallorca contribuirá a que quede cubierto más del 50 % de la demanda eléctrica de Baleares, explicó este jueves Eduardo Maynau, delegado de Red Eléctrica de España (REE) en las Islas. REE es la empresa transportista y operadora del sistema eléctrico español.
Con la aportación de esta segunda interconexión, prácticamente se podría atender toda la demanda balear en invierno.
El segundo enlace está incluido en la planificación de REE para el período 2021-2026, aunque todavía no se puede determinar en qué año podría estar operativo. También están pendientes de estudio los puntos de entrada y salida en la Península y Mallorca, que no tendrían por qué ser coincidentes con los del enlace actual, que funciona desde 2012.
Por su parte, la directora general de Transporte y el director general de Operación de REE, Eva Pagán y Miguel Duvison, anunciaron este jueves en Madrid que el tendido del nuevo enlace entre Mallorca y Menorca (cala Mesquida y Ciutadella) se llevará a cabo durante el próximo mes de octubre, con el objetivo de que esté operativo a lo largo del primer semestre de 2020. Su trazado será de 40 kilómetros y está presupuestado en 84 millones de euros. Se trata de una infraestructura muy esperada tras el prolongado apagón que sufrió Menorca el pasado mes de octubre. En este caso, la obra civil del trazado terrestre en cala Mesquida ya está ejecutada en un 90 % y la de Ciutadella, en un 50 %.
REE aspira a que, en 2030, las Islas estén conectadas con la Península y entre sí con al menos dos interconexiones eléctricas. Así, se encuentra en tramitación el nuevo cable Eivissa-Formentera, que no entraría en funcionamiento antes de 2021, con un presupuesto de 77,7 millones de euros, y quedan incluidos en la planificación de REE los nuevos enlaces Mallorca-Eivissa y Mallorca-Menorca. Éste último se añadiría al que estará operativo en 2020.
El enlace actual entre la Península y Mallorca supone una aportación media anual que cubre el 20 % de la demanda del conjunto de Baleares y un ahorro anual medio al sistema eléctrico insular de 50 millones de euros. Asimismo, esta interconexión con la Península representa una aportación media de energía de origen renovable del 15 % y se duplicaría con el segundo enlace. En este sentido, el cable actual reduce en 250.000 toneladas las emisiones anuales de dióxido de carbono a la atmósfera.
Para REE, las interconexiones eléctricas juegan un papel fundamental en la transición energética, maximizan la aportación de energías renovables, mejoran las condiciones de seguridad del sistema y reducen las emisiones contaminantes.
Según Eduardo Maynau, «la interconexión actual con la Península aporta una media de 300 megavatios y con el segundo, podremos aportar más del doble, con una capacidad punta de 900 megavatios, lo que supondía cubrir casi toda la demanda eléctrica del invierno en Baleares».