El GOB ha hecho este martes balance de las políticas que el Govern del Pacte ha desarrollado en estos cuatro años en materia ecologista. Sensación «agridulce» en la recta final de la legislatura porque, a su parecer, «las políticas de izquierda no han estado a la altura de la crisis ecológica que existe». Así lo han manifestado el presidente del grupo ecologista, Amadeu Corbera, y su protavoz, Margalida Ramis.
En su análisis de la gestión del Govern, han destacado que se han desarrollado políticas buenas, como han sido la aprobación del Parc Natural de Campos, el Decreto de Posidonia, la ampliación del Parque Nacional de Cabrera y dos leyes que Corbera y Ramis han destacado por su «ambición»: la Ley de Residuos y la Ley de Cambio climático.
A pesar de estos aciertos, desde el GOB sostienen que el Ejecutivo «no ha estado a la altura para establecer límites» y han citado, especialmente, los derivados del monocultivo de la industria turística o de las infraestructuras de Baleares.
Amadeu Corbera y Margalida Ramis ha sido especialmente críticos con la no revisión del Plan Territorial de Mallorca, que «ha permitido la desclasificación de suelos urbanizables parados por la crisis» y que ahora se han impulsado, «provocando la especulación de lujo y proyectos de nuevos hoteles». «El suelo rústico vuelve a verse sometido a una gran presión urbanizadora con más de 600 licencias otorgadas en este último año», han destacado.
El caos de la gestión del litoral por la presión turística o el turismo de cruceros han sido otros de los puntos destacados por el Gob.
Por otra parte, uno de los temas más criticados ha sido la política de Carreteras. El grupo ecologista ha puesto como ejemplos de mala gestión la autopista de Llucmajor a Campos o el segundo Cinturón de Palma, ya que, según lamentan, «no se ha revisado el modelo de carreteras de 1998». «Son políticas contrarias a estas leyes de cambio climático que hemos elogiado», han concluido.