Joan Puigserver (Campos, 1978) es desde el pasado noviembre el presidente de la Confederació de Federacions i Associacions de Famílies d'Alumnes de l'Escola Catòlica de les Illes Balears (Confaecib).
¿Qué objetivos se marca la nueva junta?
— La confederación llevaba unos años sin estar especialmente activa. Hay un trabajo previo que valoramos y agradecemos, pero necesitábamos un nuevo impulso: estar más presentes y ser más visibles en todas las Islas; ayudar, informar y asesorar a las asociaciones de familias; servir de interlocutor ante las administraciones; crear más canales de comunicación; organizar conferencias con ponentes importantes...
¿Cuántas asociaciones integran la confederación?
— Somos más de 40, aproximadamente la mitad de las asociaciones de todos los centros de Escola Catòlica.
¿Qué valoración hace de la legislatura que está a punto de terminar?
— Ha ido más o menos bien, sin grandes conflictos, no como en la anterior legislatura. Se han realizado inversiones importantes, con más profesores y desdoblamientos de líneas. El conseller, Martí March, tiene la capacidad de escuchar y hemos encontrado puertas abiertas. No se puede negar que se ha incrementado la inversión en la concertada, pero seguimos exigiendo el mismo tratamiento que la pública. Queremos igualdad. A la Conselleria d'Educació le sale más barata la educación concertada que la pública, pero las ratios siguen sin ser las mismas, en la Part Forana no tenemos ninguna ayuda al transporte y necesitamos más profesores de apoyo y con mayor disponibilidad. Por otra parte, se han concedido ayudas al comedor en la concertada, lo que no se había hecho nunca.
¿En qué debe mejorar la enseñanza concertada?
— En actualizar y modernizar los equipamientos, no tanto en la metodología. Actualmente, los centros funcionan mucho en base a proyectos educativos. En metodología sí se está avanzando.
¿Qué opina de la propuesta de algunos partidos de recentralizar la educación, que vuelva a manos del Estado?
— Sería ridículo volver atrás. No estamos nada de acuerdo. Lo justifican en base a un conflicto lingüístico inexistente. Puede haber surgido algún problema aislado, pero, en líneas generales, el modelo lingüístico escolar ha funcionado perfectamente. Lo importante es saber cuantas más lenguas sea posible. Tampoco he visto adoctrinamiento en ninguna parte. Y si ya es complicado construir un colegio con la competencia autonómica, con la competencia estatal sería mucho peor. La construcción de colegios se retrasaría mucho más. Resulta llamativo que algunos partidos políticos intenten obtener votos con planteamientos negativos, de crispación y confrontación.
Con la Conselleria, algunos municipios han organizado una escolarización equilibrada de los alumnos inmigrantes entre centros públicos y concertados para evitar desproporciones y guetos.
— Por nuestra parte, pueden venir los alumnos que quieran. Serán bienvenidos, pero deben tener en cuenta que los centros de Escola Catòlica defienden valores cristianos, por lo que no tiene mucho sentido que alguien proteste porque hay una cruz en clase. La diversidad es enriquecedora para todo el mundo, para los que llegan y para los que reciben. Todos debemos poner de nuestra parte para que esa diversidad sea realmente provechosa.
También acaba la legislatura estatal, con una modificación de la Ley de Educación a la que se acusaba de dejar la concertada en segunda línea.
— Ésa parecía la idea, la de dejar arrinconada la enseñanza concertada para primar la pública. Bueno, de momento no ha salido adelante, del mismo modo que la Conselleria d'Educació quería quitar aquí el punto de antiguo alumno en la elección de centro durante los procesos de escolarización. Finalmente, lo dejó en manos de los centros.