Lo cierto es que siempre es ideal viajar a Mallorca, y aunque la mayoría lo haga para disfrutar del Sol y la playa o hacer senderismo por la Serra de Tramuntana, también se pueden recorrer las calles de Palma en busca de alguna experiencia más cultural como, por ejemplo, visitar sus museos o descubrir el rico patrimonio histórico y gastronómico de que dispone la mayor de las Islas Baleares.
Pasar las vacaciones de Semana Santa en Mallorca es sinónimo de adentrarse de pleno en la cultura y la fiesta tradicional no solamente de los más creyentes, sino también de aquellos lugareños que aprovechan estos días festivos para ofrecer a los visitantes lo mejor de cada casa. Desde mercados artesanales hasta comercios de productos locales y sostenibles, son solo algunos de los espacios donde poder adquirir piezas únicas mallorquinas y llevar consigo un buen recuerdo.
Palma dispone de conexión directa con los aeropuertos de las principales capitales de Europa, y algunas de ellas, como Viena o París, están alrededor de dos horas de Son San Joan. Si por el contrario se trata de un viaje a Mallorca que procede de la Península, el avión aterriza en Palma en menos de una hora y, en ocasiones en no más de 20 minutos. No hay excusa para hacer una escapada. Cabe destacar que, al ser fechas señaladas por los viajeros, los vuelos a Mallorca pueden verse incrementados por diversas aerolíneas, como ya ocurrió el pasado año cuando la previsión era de que se realizaran en sus pistas 3.795 operaciones de aviones, en las que viajarían desde el Jueves Santo al Lunes de Pascua 605.501 pasajeros.
Recientemente, Vueling aseguró en un comunicado que añadiría hasta 34 vuelos a Mallorca adicionales desde distintas localidades de España para viajar a la Isla en Semana Santa. Pero no solamente ocurre con los vuelos, sino que la naviera Balearia ha manifestado que ofrecerá servicios especiales entre islas que conecten los puertos de Alcúdia y Mahón (Menorca).
¿Quién te acompaña en esta aventura?
Con la Semana Santa ya estaremos adentrados en la Primavera o, lo que es lo mismo: buen tiempo en Mallorca, días más largos y, lo más importante, más ganas de salir y pasar un rato divertido en familia, con los amigos o con la pareja. Hay planes para todos, porque el ocio en Mallorca es de lo más variado y entretenido. Teniendo en cuenta que la Semana Santa empieza el Domingo de Ramos (14 de abril) y acaba con el Lunes de Pascua (22 de abril), son cerca de diez días en los que poder ir al teatro, al cine, a la Fira del Ram de Palma, disfrutar de la naturaleza en alguno de los muchos refugios de Mallorca o bien asistir a las procesiones.
Sin duda, la Semana Santa en las Islas Baleares está muy arraigada entre sus habitantes. Más de 100 cofradías están registradas en el Bisbat de Mallorca, y son las encargadas de organizar y llevar a cabo las procesiones. Uno de los momentos más esperados entre la comunidad religiosa es poder asistir al menos a un davallament. Es fervor y devoción. Se trata de la representación del descenso del Crist de la Creu, y el más venerado de todos es el davallament del Crist de la Sant en la Iglesia de la Anunciació.
Son muchas las procesiones que se pueden ver en Palma. En 2018 fueron nueve: els Estandards, el Domingo de Ramos, Sant Crist de l'Agonia, Sant Crist dels Boters, la Verge Dolorosa, Sant Crist de Santa Creu, el Camí de Getsmaní, Sant Crist de la Sang y Sant Enterrament. Ahora bien, ¿qué hacer en Mallorca si estás fuera de Palma? ¿También hay procesiones? Sí, y uno de los actos más vistosos y seguidos de la Part Forana es el davallament de Pollença del Viernes Santo. Declarado Bien de Interés Turístico en 1968, consiste en descender los 365 escalones de El Calvario -un emblemático lugar de la localidad-, con una talla de Cristo previamente desprendida de la cruz, hasta la Iglesia de la Verge dels Àngels.
Así mismo, el municipio de Alcúdia acoge, entre sus murallas medievales, otro fervor acto de mucho interés turístico donde pasar las vacaciones de Semana Santa en Mallorca. El Domingo de Pascua se lleva a cabo la Procesión de El Encuentro, también denominada Es tres Bolets con motivo de la imagen de la Virgen, ya que dispone de una articulación que le permite simular los saltos de alegría que da por ver a Jesús Resucitado.
Además, la gastronomía en Mallorca también es conocida por su particular y deliciosa repostería, y es por ello por lo que durante la Semana Santa se elaboran especialidades locales que no pueden faltar entre las reuniones de amigos y familiares: panades, cocarrois, robiols y crespells son los más tradicionales, y los hornos artesanales producen muchas unidades dada su alta demanda en estas fechas. ¿Dónde comerlas? Los lectores de Ultima Hora Digital nos propusieron en 2018 una lista de los mejores sitios para comprar repostería en Semana Santa.