La Asociación de Industriales de Mallorca (Asima) ha instalado un desfibrilador en la puerta de la comisaría de la Policía Nacional que hay en Son Castelló para «cardioproteger» una de las zonas de alta densidad laboral de dicho polígono palmesano.
El DOC, un Desfibrilador Operacional Conectado de última generación, se ha instalado en la puerta de la comisaría, contando con el asesoramiento de Cruz Roja y por ser «una de las zonas del polígono Son Castelló con más densidad de visitantes y trabajadores”, ha explicado el presidente de Asima, Francisco Martorell, ha informado la asociación en un comunicado.
El dispositivo es del fabricante con mayor presencia en el mercado español y con equipos instalados ya en instituciones, empresas, instalaciones deportivas y hoteles de Mallorca, se ha instalado para evitar riesgos, dado que se producen más de 30.000 paradas cardíacas al año en España.
Martorell ha detallado que el modelo elegido «es el único desfibrilador del mercado que dispone de todas las soluciones integradas en el equipo, pudiendo conectarse y permanecer operativo las 24 horas del día, los 365 días del año».
Con la colaboración de Cruz Roja en Baleares, ya se ha realizado en Asima un primer curso de formación de reanimación cardiopulmonar básica (RCP) y uso del desfibrilador a un grupo de trabajadores del entorno de la zona donde se ha instalado el desfibrilador.
Un desfibrilador automático es un aparato que corrige el ritmo del corazón y lo reactiva. Los sensores adhesivos (parches) se unen al pecho de la víctima para que mediante un electrocardiograma, el desfibrilador analice, según el protocolo sanitario, si la descarga es necesaria, comparando el electrocardiograma adquirido con el de un corazón en fibrilación.
Si la fibrilación está llevándose a cabo el desfibrilador proporciona la cantidad correcta de descarga para tratar de corregir el ritmo del corazón. La descarga nunca podrá ser aplicada si no es necesaria.
Asima ha destacado que, en combinación con la RCP, un desfibrilador ofrece la mejor oportunidad, y muchas veces única, de supervivencia para ayudar a una persona que es víctima de un paro cardíaco hasta que llegue un profesional médico.
La rápida respuesta en caso de paro cardíaco es crucial para la supervivencia de la víctima o para evitar secuelas graves, siendo de un 90 % en el primer minuto y descendiendo de un 10 % cada minuto que pasa a partir del quinto minuto.