El centro comercial de ses Fontanelles gana aire, si bien todas las administraciones con competencias –Cort, Consell y Govern– en su construcción siguen rechazándo el proyecto y reiteran que batallarán contra su ejecución.
El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso de casación que el Govern presentó contra una sentencia anterior del Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears que obligaba al Ejecutivo autonómico a otorgar a la promotora una licencia comercial «condicionada» a que los terrenos donde se pretende levantar tengan los servicios que requiere un solar urbano, una circunstancia que hoy no se cumple pero que podría darse más adelante. De todas formas, para construir el centro la promotora necesita permisos que hoy no tiene.
Tras conocerse la noticia, responsables del Ajuntament de Palma, el Consell y Govern comparecieron junto a patronales del pequeño comercio para anunciar que plantarán cara al proyecto con nuevas acciones judiciales y para recordar que la normativa vigente es más restrictiva que la anterior en cuanto a centros comerciales.
El primer paso de la estrategia para evitar la construcción pasa por la Conselleria de Comerç, que solicitará a la Audiencia Nacional la ejecución de otra sentencia que fallaba que la no concesión de la licencia comercial por parte del Govern al centro se ajustaba a derecho. El conseller Iago Negueruela especificó que se trata de dos sentencias «contradictorias». Habrá que esperar, pues, a ver cuál es el criterio jurídico.
Por otro lado, el alcalde, Antoni Noguera, y la consellera insular de Territori, Mercedes Garrido, indicaron que las licencias de edificación concedidas por Cort en el pasado están «extinguidas» –pero recurridas judicialmente– y que la promotora la debería pedir otra vez para poder comenzar las obras. En este sentido, recordaron que la normativa actual limita la superficie de los centros comerciales y pondera la movilidad, dando a entender que a la promotora le resultará muy difícil sacar el proyecto adelante. No obstante, no pudieron asegurar que esté muerto, sino únicamente que le plantarán cara.