El área de Infraestructures i Accesibilitat ha instalado alrededor de sesenta placas fotovoltaicas para el autoconsumo en la cubierta del edificio de la Policía Local de Sant Ferran con el objetivo de reducir el consumo energético y fomentar las energías renovables. El total del presupuesto del proyecto asciende a 45.649,87 euros y las placas empezarán a funcionar en breve.
El concejal de Infraestructures, Rodrigo Romero, informa de que «según nuestras estimaciones, el ahorro económico que se logrará con la instalación de estas placas fotovoltaicas será de más de 3.000 euros al año, que a 10 años vista sumará más de 34.000 euros de ahorro».
Esta instalación de generación fotovoltaica para el autoconsumo está formada por 60 módulos fotovoltaicos de una potencia de 315 watt pico (wp) y un inversor fotovoltaico de 17.500 watios (w) que ocupan un total de 185 metros cuadrados.
El inversor fotovoltaico, explica el concejal, «es un equipo diseñado para inyectar en la red eléctrica convencional la energía producida por un generador fotovoltaico. Su principal misión es garantizar la calidad de la energía invertida a la red». Los paneles se han instalado sobre una estructura de aluminio que permitirá regular la inclinación de los mismos para mejorar la producción de energía.
La intención del Ajuntament de Palma es que a largo plazo todos los edificios municipales de la ciudad cuenten con placas fotovoltaicas y sean, por tanto, mucho más eficientes.
Uno de los edificios municipales que ya cuenta con placas fotovoltaicas es el de Son Pacs, concretamente con 72 placas que producen 100 kilovatios/hora de máxima. Desde su puesta en marcha se ha generado un ahorro acumulado de más de 621.000 kw y más de 58.000 euros, destaca Romero. Las placas se instalaron por las brigadas municipales hace cinco años con un presupuesto de 17.940 euros.
El responsable municipal se ha marcado el ambicioso objetivo de que «Palma logre la autosuficiencia energética». Para ello, el edil de Podem ya cuenta con una hoja de ruta con un plan de actuación a 15 años vista que ya se ha puesto en marcha.
Un edificio eficiente, describe Romero, «es el que no pierde ni calor ni frío, está bien aislado, y solo a partir de ahí puede generar energía colocando paneles solares en la fachada o en los techos». El Ajuntament está realizando una auditoría de todos los edificios públicos, más de 190, para ver qué medidas de eficiencia y de generación de energía se pueden tomar.