El Comité Ejecutivo de la Patronal de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem) ha mostrado este viernes su «decepción» y «desacuerdo» ante la sentencia del Tribunal Supremo que avala la instalación de gasolineras automáticas en Baleares.
La sentencia desestima los recursos presentados por Baleares y la Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares (Aesba), en la que exigían que este tipo de gasolineras contasen con personal para poder operar.
«La desestimación de los que recursos que se habían planteado pone en riesgo numerosos puestos de trabajo y la calidad de un servicio que por seguridad debe ser revisado por una persona adecuadamente formada», ha protestado el presidente de la Asociación de Gasolineras de Pimem, Rafael Matas, que ha lamentado que la sentencia «se veía venir».
«No se trata de que exista una mayor o menor competencia o del abaratamiento de los precios en el sector sino de la calidad del producto y del tipo de servicio que se ofrece», ha afirmado Rafael Matas.
El responsable de la Asociación de Gasolineras de Pimem también ha incidido en que estas estaciones conllevan «ciertos riesgos para personas con minusvalías y dejan «a personas desatendidas en caso de averías».
Por su parte, el presidente de Pimem, Jordi Mora, ha alertado de que la decisión del Supremo puede provocar «la precarización de los puestos de trabajo en gasolineras», además de riesgos para los propios consumidores.