La familia Manzano puede respirar tranquila durante un tiempo. La Policía Local, Policía Nacional, Ajuntament de Palma y una entidad bancaria confirmaron este jueves que se aplazaba el desahucio previsto en la calle Indalecio Prieto en la barriada de Son Gotleu, a una pareja con dos hijos menores de uno y tres años. El banco les ofrece tres meses más de plazo para que busquen otra vivienda. A pesar del éxito, la plataforma Stop Desahucios continúa con la alerta antidesahucio ya que «no consta el aplazamiento de tres meses prometido por el banco».
A las diez de la mañana, unos 20 vecinos y activistas estaban parapetados en la puerta del número 34 de la calle Indalecio Prieto, el objetivo era impedir el desahucio. Una de las vecinas, megáfono en mano, animó a los asistentes con cánticos como «Un desahucio, una ocupación» o «Casas y familias, familias y casas». La Policía Nacional estuvo presente desde antes de las diez de la mañana a una distancia prudencial, esperando órdenes y manteniendo la seguridad.
El nerviosismo estaba presente en todos los asistentes a la paralización del desalojo, y también en los afectados, que miraban la escena desde el balcón de su casa. La comisión judicial no llegaba, ya que unos representantes de la familia estaban negociando el aplazamiento. Cuando Joan Segura, portavoz de Stop Desahucios, comunicó el aplazamiento todos los asistentes rompieron en un sonoro aplauso. Antonio Manzano, el afectado, se emocionó al conocer la noticia: «Acabo de ver durmiendo a mis hijos, y sólo de pensar que me tenía que ir, no podía», explicó entre sollozos.
Segura solicitó «que se quede la familia con un alquiler asequible, ya que tienen arraigo en el barrio». Además, pidió que Cort «deje de utilizar a la Policía Local para los desalojos, no puede ser que una ayuntamiento que dice ser de izquierdas haga esto».
La familia Manzano no es la única afectada. Aprovechando la presencia de medios, una embarazada llamada Joana Aguilera denunció que el próximo siete de marzo será desalojada con sus dos hijos.