Los empresarios del ocio nocturno consideran que los cambios de tendencia hacia fórmulas de ocio más diurnas, como el ‘tardeo', implican «una profunda renovación del marco normativo por parte de las administraciones donde se dé prioridad a una mayor seguridad jurídica y se acometa una estratégica actuación para minimizar el gran impacto de la competencia desleal y de las fiestas clandestinas y del deterioro de los espacios de uso público como consecuencia del fenómeno del botellón, de los lateros ambulantes y de los comportamientos incívicos».
Así se puso de manifiesto en la asamblea estatal de la patronal del sector, cuyo vicepresidente es Jesús Sánchez, presidente de la Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento (ABONE).
Esta reivindicación se debe, según explicó, a que el ocio nocturno «es cada vez más diurno, cultural y familiar, más diverso y más inclusivo». Ante este escenario, el sector es consciente de que «necesita reinventar su modelo de negocio de acuerdo con las nuevas pautas de consumo con la segmentación de los gustos por edades y perfiles y la incorporación de los nuevos canales de comunicación digital, que han dejado atrás las herramientas publicitarias convencionales». De hecho, en el transcurso de la asamblea se establecieron las prioridades y retos a los que debe enfrentarse el ocio nocturno en España, «partiendo de la necesidad de acometer la refundación de su actividad, adaptándose a los profundos cambios en las tendencias del consumo del ocio, la evolución demográfica y el envejecimiento de la población, así como en la necesidad de implicarse en la puesta en marcha de medidas novedosas para proteger el entorno urbano y social de las zonas de ocio en las ciudades españolas».
Balears no queda exento de este debate, pues es una de las comunidades donde el ocio nocturno tiene más peso. A nivel económico, representa el 4,6 % del PIB autonómico, con 1.400 millones de euros de facturación. Este peso es un 300 % superior a la media estatal. Además, el ‘tardeo' ha adquirido especial importancia en los últimos años, tanto en invierno como en verano.
Según datos aportados por la patronal, las Islas cuentan con más 1.500 establecimientos de ocio muy diversos, además de empresas proveedoras de suministros y de mantenimiento. Esta infraestructura se traduce en cerca de 20.000 empleos, especialmente entre el sector más joven de la población.