El cierre total de la central térmica de Es Murterar, ubicada en Alcúdia y propiedad de Endesa, podrá ser una realidad en el año 2027, cuando previsiblemente las Islas ya estén conectadas con la Península por el segundo cable eléctrico submarino. Así lo anunció este viernes en Palma el secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, quien se reunió en el Consolat con la presidenta Francina Armengol; la vicepresidenta Bel Busquets; el conseller de Territori, Energia i Mobilitat, Marc Pons; y el consejero delegado de Endesa, José Bogas, para abordar el futuro de la central.
Una de las cuestiones más controvertidas del cierre de la central, previsto en la Ley de Cambio Climático del Govern que se aprobará en el Parlament el próximo martes, ha sido el futuro de los trabajadores, que este viernes quedó despejada. Bogas hizo público el compromiso de Endesa de mantener todos los puestos de trabajo, tanto de los 140 contratados por la compañía que actualmente trabajan en Es Murterar, como los 130 de las subcontratas.
La clausura de la central será progresiva, como ya contempla el Govern en su anteproyecto de ley. Así, el 1 de enero del próximo año se cerrarán los dos grupos más antiguos. Además, a partir de esta fecha los dos grupos restantes se mantendrán en la reserva.
Desde el 1 de enero de 2020 y hasta el mes de agosto de 2021, los grupos tres y cuatro de Es Murterar funcionarán un máximo de 1.500 horas anuales para después estar operativos hasta las 500 horas anuales, «poco más de 20 días al año», puntualizó Armengol. Este cierre progresivo está vinculado al cable con la Península que ya está en marcha y a una mayor actividad de las centrales de Son Reus y de Cas Tresorer, además de la implantación de parques fotovoltaicos en los próximos años.
«El suministro energético de Balears está garantizado», destacó el secretario de Estado de Energía, quien detalló que se procederá al cierre total de la central una vez que entre en funcionamiento el segundo cable entre las Islas y la Península, que ya está incluido en la planificación estatal para el quinquenio 2020-2025. De ahí, que Domínguez Abascal prevea que sea una realidad en 2026 o 2027. Avanzó, además, que el segundo cable llegará por Alcúdia por un tema de seguridad energética ya que el primero llega por el sur, por Santa Ponça, en el municipio de Calvià. Asimismo, se utilizará parte de la infraestructura ya existente para la distribución de la energía en el territorio.
El cierre de la central de Es Murterar, pese a estar contemplado por el Govern, requería de la autorización del Gobierno central. No fue hasta el pasado mes de octubre cuando el Estado dio el visto bueno al calendario definido por el Ejecutivo autonómico.