La ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario desplazará «pronto» su barco ‘Aita Mari' a Palma para establecer su base a partir de la cual piensan actuar en el Mediterráneo central con el objetivo de rescatar refugiados en una acción similar a la de ‘Open Arms'.
Esta ONG, originaria de Zarauz, aún no ha pedido permiso a las autoridades portuarias de Balears para establecerse en Palma porque «estamos pendientes del recurso que hemos presentado al Gobierno español, el cual no nos permite operar en el Mediterráneo central, cerca de las costas libias. No acepta que nos pudiéramos dirigir a puestos malteses o italianos, cuyos Ejecutivos no quieren refugiados», manifestó el portavoz de esta ONG, Daniel Rivas.
El problema, según Rivas, es que «Palma sirve como base, pero está demasiado lejos del Mediterráneo central. Según las leyes del mar tenemos derecho a dirigirnos a los puertos más cercanos si llevamos náufragos a bordo». Así, este portavoz indicó que «para llegar a Mallorca con 140 refugiados tardaríamos varios días. El Gobierno español ha de entender que hemos de poder ir a puertos italianos o malteses. No tiene derecho a negarnos el permiso para operar».
La intención de esta ONG es «zarpar hacia Palma lo antes posible. Nos retrasaremos unos días porque ahora hace muy mal tiempo en el Cantábrico y en la costa de Portugal, pero en cuanto mejore, partiremos», señaló Rivas, destacando que «pediremos el permiso de atraque a las autoridades portuarias de Balears. Además, estamos seguros de que el gobierno español deberá concedernos finalmente la licencia para para operar».
El ‘Aita Mari' es un antiguo pesquero reconvertido en barco de salvamento. Tiene 32 metros de eslora por siete de manga, inferior al que utiliza ‘Open Arms' (un antiguo remolcador), «pero con capacidad para recoger a 140 refugiados, lo cual nos da una notable operatividad siempre que podamos acudir a puertos más o menos cercanos», destacó Rivas.
‘Open Arms'
La embarcación llevará a bordo siete tripulantes y ocho voluntarios. Su capitán es Marco Martínez, que ya trabajó para ‘Open Arms'. Como se sabe, la acción de la ONG catalana movió a la indignación de las autoridades italianas y a la intervención de la Fiscalía de este país.
De hecho, Italia vive una involución hacia la extrema derecha a causa de la llegada masiva de inmigrantes, entre otras cuestiones. El Gobierno de Sánchez se mostró en un principio receptivo a la llegada de una primera remesa refugiados recogidos en alta mar por ‘Open Arms', pero pronto cambió de postura.