Aliança Mar Blava, plataforma de entidades públicas, privadas y de la sociedad civil por la protección del Mediterráneo, ha rechazado la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de otorgar una segunda prórroga de 10 años a la concesión de la explotación de hidrocarburos llamada Casablanca.
Esta concesión es la más antigua de las cinco que tiene la compañía Repsol en el Mediterráneo español, frente a las costas de Tarragona.
Mar Blava considera esta decisión como «muy decepcionante, pues es totalmente innecesaria. El Gobierno no tenía ninguna obligación legal de prorrogar la concesión y, además, la ha concedido saltándose el trámite de evaluación de impacto ambiental, cuya obligatoriedad ha sido establecida por el Tribunal Europeo de Justicia». Para Mar Blava, «esta decisión es incoherente, pues va contra el espíritu de avanzar en la transición energética hacia un modelo descarbonizado y libre de combustibles fósiles».
Esta denuncia de Mar Blava corresponde a su balance de 2018, destacando como sus logros más destacados del año la declaración del Corredor de Migración de Cetáceos como Área Marina Protegida y el archivo definitivo de seis solicitudes de permisos de investigación de hidrocarburos en el Golfo de León. Parte de la superficie de actuación de estos permisos coincidía con el corredor de cetáceos.