Usuarios y trabajadores del ambulatorio del Carme reclaman al IB-Salut que ponga manos a la obra y lleve a cabo una importante puesta a punto de estas instalaciones, que se han quedado obsoletas.
«Es una vergüenza que, en algunas zonas del ambulatorio, la pintura del techo se esté desconchando, y que cuando entremos en la consultas haya cortinas en mal estado e incluso alguna ventana que al parecer no cierra bien», denuncia un ciudadano que hace pocos días acudió a una consulta con el oculista.
Otro de los graves problemas que sufre el ambulatorio es el del sistema de refrigeración del inmueble. Este pasado verano el Sindicado Médico de Baleares (Simebal) denunció que los pacientes y el personal sanitario soportaban temperaturas de hasta 30 grados en el interior del recinto sólo paliadas por ventiladores porque el aire acondicionado no funcionaba bien y en invierno, a veces, tienen el problema contrario: exceso de frío.
«Lo que necesita el Carme es una buena puesta a punto, pero no parece que desde Son Espases estén haciendo mucho esfuerzo por mejorar las instalaciones», afirmó un trabajador del centro sanitario.
El ambulatorio del Carme depende administrativamente de Son Espases. «Estamos bastante cansados de reclamar que se han obras de mejora y puesta a punto, pero no nos hacen mucho caso», denuncia otro de los trabajadores.