La delegada de Gobierno, Rosario Sánchez, y la presidenta del Govern, Francina Armengol, han abogado este jueves por la necesidad de «revisar» (la primera) o «adaptar» (la segunda) la Constitución de 1978. Se han expresado así durante el acto institucional de conmemoración del 40 aniversario de la Constitución que se ha celebrado este jueves en el Palacio de La Almudaina y que, este año, es abierto a cualquier persona y no sólo autoridades.
Tanto Sánchez como Armengol has aprovechado sus intervenciones para defender la gestión de los gobiernos central y balear, lo que ha provocado murmullos críticos entre representantes del PP. Además, durante el acto ha habido más de una docena de referencias al papel de las mujeres y se ha recordado a Sacramento Roca.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha clausurado el acto y ha asegurado que la Carta Magna es actualmente el «antídoto más poderoso» contra la discordia. «Lo que nos queda por hacer es reformar la Constitución 40 años después de su aprobación para adaptarla a las exigencias del siglo XXI pero, sobre todo, nos queda desarrollar el cuerpo de derechos constitucional para garantizar más progreso social», ha explicado.
Rosario Sánchez
Por su parte, la delegada del Gobierno ha centrado su discurso en ensalzar al ejecutivo central del PSOE y en animar a afrontar con «audacia» una reforma de la Carta Magna para adaptarla a la realidad y los problemas actuales. Sánchez ha loado los logros de los seis meses del Gobierno presidido por Pedro Sánchez, un ejecutivo «que escucha» a Baleares, en «contraste» con el anterior del PP.
Sánchez ha alabado los «avances en la dignidad y los derechos sociales», en la lucha contra la «explotación laboral», las mejoras del transporte en Baleares, la ampliación del parque nacional de Cabrera, entre otras mejoras favorecidas por la «lealtad institucional».
La delegada, que ha combinado el castellano y el catalán en su discurso, ha aludido a la «generosidad, diálogo, capacidad de acuerdo y renuncia a posiciones partidistas» que favorecieron el consenso en torno a la Constitución y las ha contrapuesto con la «estrategia de crispación» y las «posiciones de bloqueo» que caracterizan, a su juicio, la situación política actual.
«Tenemos que estar a la altura de lo que celebramos hoy», cuando una «sociedad suficientemente madura» requiere una «revisión de la Constitución» que la adapte a las «nuevas necesidades», ha señalado Sánchez. «Tenemos que demostrar audacia sin caer en la ingenuidad», ha enfatizado.
Para la delegada del Gobierno, «la búsqueda de nuevos consensos» para la reforma de la Carta Magna también servirá de respuesta a «tentaciones reaccionarias».