Pedro Sánchez hincha pecho este jueves en la Habana en su encuentro con el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Se presenta con la famosa silla de campaña del líder independentista Antonio Maceo, muerto a balazos por los soldados de Weyler en Punta Brava el 7 de diciembre de 1896, año y pico antes de que los Estados Unidos decidiesen intervenir y mandasen a su escuadra, marines y caballería contra las tropas españolas.
Maceo era masón, exactamente igual que los que mandaban en Washington en aquella época. Y eso explica el impresionante apoyo de la Navy a los independentistas cubanos. Antes Maceo se había hecho famoso por las cargas con machete de sus voluntarios, que a menudo andaban escasos de municiones, mientras que las tropas españolas habían sido equipadas con los luego famosos fusiles alemanes de cerrojo Mauser, que estuvieron en servicio, con sucesivas mejoras, hasta la Segunda Guerra Mundial. Tan desigual lucha abrió los corazones de la opinión pública norteamericana y...despertó el apetito de sus empresas. Cuba era, y es, el mejor diamante del Caribe.
Pero antes de la llegada de los norteamericanos, el general mallorquín Valeriano Weyler volvió a España llevándose la silla de Maceo como botín de guerra. La legó a uno de sus hijos y éste la donó a Cort en testamento en 1931. La silla cayó en el olvido hasta que fue expuesta durante años en el museo histórico militar de San Carlos. La insistencia del Casal d'Amistat Balears-Cuba logró que Cort reclamase la silla hace unos meses. Recientemente ha sido expuesta en Bellver. Un alcalde nacionalista como Antoni Noguera comprende a la perfección a un independentista como Maceo. Por eso ha aceptado que Pedro Sánchez se lleve la silla a Cuba para, teóricamente, una exposición temporal de dos años, que comenzará el próximo 7 de diciembre, 122 aniversario de la caída de Maceo en combate.
Allí estarán el concejal de Cultura de Cort, Llorenç Carrió, y la diputada autonómica del PSIB Conxa Obrador, que ha llevado las negociaciones con el Gobierno de Madrid.
En Cort parte de la derecha protesta y califica de 'expolio' hacia Palma que la silla vuelva a Cuba. Sin embargo, fue Weyler quien la arrancó de Cuba como trofeo, tratando de borrar la memoria, por otra parte inmarchitable, de Antonio Maceo.
Es posible que Díaz-Canel o Eusebio Leal (historiador oficial de La Habana) le pidan a Sánchez una donación definitiva de la silla. Pero tal decisión está en manos de Cort. Es evidente que Sánchez se pondría una medalla ante los cubanos si les regala la silla. De hecho, hace 32 años Felipe González hizo lo propio con la silla de montar de Maceo, otro botín de guerra que se llevaron las tropas españolas al marcharse. González abrió puentes de gran amistad con Cuba. Hoy hay cien hoteles de lujo, en muy buena parte mallorquines, en la perla del Caribe. La amistad compartida con símbolos a menudo produce grandes réditos.
Es por eso que Noguera debería mostrarse receptivo con Sánchez si este le pide que regale la silla a los cubanos. A cambio hay mucho que pedir. Muchísimo. Porque Madrid le ha 'robado' a Mallorca muchos de sus símbolos más queridos, comenzando por la cimera del rei Martí y la espada atribuida a Jaume I que Fernando VII ordenó expoliar en 1831. Estas piezas de valor histórico incalculable presidieron el 31 de Desembre durante siglos. Significan tanto para los mallorquines como la silla de Maceo para los cubanos. Es la hora de pedir la devolución a Sánchez tras el 'gesto de generosidad' de la silla. Lo mismo se puede decir de los 'bous' de Costitx. Cada vez que el Consell los ha reclamado al Museo Arqueológico Nacional, se ha encontrado con una resistencia cerril y displicente digna del Alcázar de Toledo por parte de sus directivos madrileños. No los quieren devolver. El vicepresidente del Consell y titular de Cultura, el socialista Francesc Miralles, tiene ahora una oportunidad de oro: pedirle a la diputada autonómica socialista Conxa Obrador que negocie la devolución directamente con Moncloa, ya que ha sido Conxa la que ha movido el asunto de la silla de Maceo con el entorno de Sánchez. Si quiere, ésta podría ser la hora de Miralles, como en Cuba lo es de Díaz-Canel, Leal y el mismísimo Raúl Castro con la devolución 'temporal' de la silla de Maceo.
El lugar natural de la silla de Maceo es la Habana. Es de justicia histórica. El lugar natural de la cimera y la espada del 31-D es Palma. Es de justicia histórica. Y el lugar natural de los 'bous' de Costitx es Mallorca. Es de justicia histórica. Cualquier otra solución es expolio. Y cuando se trata de de símbolos que tocan el alma de los pueblos, que nadie lo olvide: detrás de un símbolo bien gestionado y reverenciado se edifican cien hoteles, o cien empresas, o cien pasos hacia el futuro.