Un médico ha terminado en los tribunales por un falso diagnóstico de sarna. Una pareja de Palma presentó una demanda en la que reclamaba casi 11.000 euros al facultativo porque argumentaban que tuvieron que cambiar todos los colchones y la ropa de hogar de la casa tras un diagnóstico que no fue certero. Tanto un juzgado de Primera Instancia de Palma como la Audiencia Provincial han exculpado al doctor.
La pareja acudió a urgencias en mayo de 2016 a una clínica de Palma con una erupción cutánea. Según los demandantes, el doctor les diagnosticó sarna, una enfermedad provocada por un ácaro y les aconsejó cambiar los colchones, toallas y la ropa de cama.
Sostienen que así lo hicieron y que tuvieron que realizar un desembolso que ascendía a 5.859 euros en total. A esa cantidad sumaban otros 2.500 euros para cada uno en concepto de daño moral.
Según la demanda, al día siguiente de ese primer diagnóstico fueron al centro de salud que no coincidió en el diagnóstico de sarna y unos meses después a la mujer se le dio un informe que hablaba de una dermatitis y que descartaba en principio esta enfermedad. Sin embargo, este informe ha servido para acreditar el error de diagnóstico.
Las dos sentencias en la causa señalan que con un documento siete meses posterior a la urgencia no se puede afirmar que el médico errara en el diagnóstico. Los magistrados señalan que el informe sólo habla de la mujer y que, cuando fue examinada ya no tenía ningún tipo de síntoma de una erupción cutánea. Las sentencias se basan también en que el hombre no necesitó ningún otro tipo de tratamiento, lo que indicaría que el diagnóstico fue certero.
A mayores, la sentencia de la Audiencia recuerda que en las actuaciones no consta el consejo del médico de deshacerse de sus enseres domésticos. De hecho, la pareja no presentó tampoco más prueba de que lo hubieran hecho que un recibo del porte del colchón viejo. De esta forma, se exculpa al facultativo y la sentencia impone las costas del proceso a los demandantes de la sarna.