La recuperación de la normalidad en Turquía, tras varios años afectados por los atentados terroristas del PKK, está teniendo un impacto negativo para los intereses turísticos de Mallorca y el resto de Islas, que por problemas geopolíticos se han beneficiado desde 2014 por los desvíos de turistas alemanes y británicos que han realizado los touroperadores.
Si esta temporada de verano ya se ha apreciado el efecto de la competencia de Turquía, en 2019 el sector de los cruceros también lo notará.
El director para España de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, CLIA en sus siglas inglesas, Alfredo Serrano, afirma: «Turquía es el país que más competencia va a generar a corto plazo a todos los puertos de Baleares en cuanto a la actividad de cruceros.
Era algo previsto en cuanto volviera la normalidad a los países del Mediterráneo oriental».
En este sentido, no solo va a ser Turquía, sino que en menor medida Egipto y Túnez también van a quitar cuota de mercado en el segmento de cruceros a Baleares y resto de puertos españoles.
Geopolítica
La industria turística de Mallorca y balear en general asume a regañadientes esta normalización en Turquía, Egipto y Túnez, porque durante cinco años se han estando beneficiando de la llegada de turistas extranjeros y del segmento de los cruceros.
Los grupos turísticos europeos cifran en 1,2 millones el desvío de turistas hacia Baleares por problemas geopolíticos en Turquía, Egipto y Túnez.
En 2015, tras los atentados en Túnez, Royal Caribbean, NCL, TUI Cruise, MSC, Costa Cruceros y resto de navieras que operan en el Mediterráneo desviaron al puerto de Palma 120.000 cruceristas, que a priori tenían que hacer escala en puertos de estos países.
La Autoritat Portuària de Balears (APB) ha visto desde 2014 cómo el número de cruceristas y escalas de buques ha tenido una evolución al alza, que acumula un crecimiento global superior al 20 % desde 2015 en este tipo de turismo, registrándose algún día ocho escalas en Palma.