Actuar en un escenario con una baja laboral. Ese fue el motivo que una empresa usó para aplicar un despido disciplinario a un músico que intervino como telonero de David Otero, ‘El Pescao' en un concierto en Palma. Un juzgado considera ahora este despido improcedente y da a la empresa la opción de readmitir al trabajador o despedirle.
El empleado había sufrido un accidente dos meses antes del concierto y estaba de baja con un diagnóstico de cervicalgia y lumbalgia post traumática. Pese a ello intervino como telonero y actuó antes de David Otero, antiguo integrante de El Canto del Loco.
El vídeo de la actuación llegó a la empresa. De forma taxativa le aplicaron un despido disciplinario «por abuso de su situación de incapacidad temporal y comportamiento fraudulento desleal contrario a los deberes de buena fe y fidelidad». La causa es que habría perjudicado su recuperación por intervenir en el concierto. El trabajador recurrió a los tribunales contra su despido.
Su principal alegación es que, en realidad el despido se produjo en represalia porque se había acogido a una reducción de jornada por cuidado de un menor. Esta alegación es rechazada por la magistrada que ha examinado el caso al no encontrar un vínculo entre ambos hechos.
Sin embargo, la juez sí le da la razón al empleado al considerar que el despido disciplinario fue excesivo. Tras revisar la grabación del concierto la juzgadora señala que: «Se le ve preparando la actuación y, posteriormente, la actuación misma, todo realizado de modo tranquilo y en ningún momento se observan movimientos de cuello y cabeza excesivos, ni saltos, ni movimiento exagerado de ningún tipo que pueda perjudicar su recuperación».
Así, acepta las alegaciones del abogado recurrente, Pablo Alonso de Caso, y señala que la baja no implicaba que el trabajador no pudiera moverse y, por tanto, declara el despido improcedente.