Los vecinos de la zona del canódromo de Palma han manifestado a través de las redes sociales sus quejas por los movimientos de tierra que se están registrando en los últimos días, con motivo de las obras para el nuevo bosque urbano. Piensan que esta situación «no es normal».
Los vecinos comentan que se están enterrando «basura y escombros» en zanjas de unos tres metros de profundidad, y no entienden el porqué de esta maniobra.
Por su parte, el alcalde de Palma, Antoni Noguera, ha respondido a los vecinos y ha afirmado que hasta el momento se ha llevado a cabo «la demolición de las diferentes construcciones que había dentro del recinto, como las antiguas dependencias del canódromo».
Por otro lado, añade que «en cuestiones de sostenibilidad en cuanto a la gestión de los residuos, estos se reutilizan para dar forma a la microtopografía del proyecto dando una mayor permeabilidad al suelo favoreciendo los sistemas urbanos de drenaje sostenible». Posteriormente, «se cubrirán de tierra vegetal sobre la que plantar arbustos y arbórea».