El Centro Penitenciario de Palma ha abierto un módulo de respeto mixto para que las internas también puedan acceder a este programa de convivencia, en las mismas condiciones de esta clasificación penitenciaria a la que hasta ahora solo lo podían hacer los hombres internos.
Según han informado desde la Delegación del Gobierno en Baleares, un módulo de respeto es una unidad de separación interior dentro de la misma cárcel, cuyo objetivo es lograr «un clima de convivencia y máximo respeto entre los internos e internas residentes del módulo», que desarrollan allí las tareas y la actividad laboral que tengan asignadas. De esta manera el programa facilita el proceso de reinserción.
El director del Centro Penitenciario de Palma, Francisco José Baldonedo, ha explicado este viernes que ya son 15 las mujeres que han accedido a este módulo de respeto mixto, y ha destacado que se trata de «un programa innovador, imprescindible para la igualdad de oportunidades en el acceso a esta clasificación penitenciaria dentro de un proceso de reinserción».
La delegada del Gobierno, Rosario Sánchez, ha felicitado al director del centro y a su equipo por esta «iniciativa en igualdad de género». «Queda un gran trabajo por delante para introducir la perspectiva de género en el sistema penitenciario», ha advertido, «y por ello es tan importante avanzar desde ya mismo a partir de medidas pioneras como ésta».
Sánchez ha señalado así las dificultades y discriminaciones a las que se enfrentan aún las internas en un sistema concebido para acoger a una población mayoritariamente masculina.
A día de hoy, la población reclusa en Palma es de 1.244 personas, de las cuales solo 110 son mujeres.
La delegada del Gobierno y el director de la prisión han intervenido en el acto de celebración del Día de la Merced, patrona de las Instituciones Penitenciarias, ante un centenar de autoridades e invitados e invitadas, y en el cual también lo hecho el director del Centro Social de Reinserción y de la Unidad de Madres, Antonio José Alcaide.