El abogado y exfiscal del caso Nóos, Pedro Horrach, ha asegurado que, pese a ser «una hipótesis», «probablemente con las grabaciones de Corinna se habría citado a declarar al Rey emérito Juan Carlos I», en referencia a las grabaciones con el comisario Villarejo en las que la amiga del monarca explicaba que este último gestionaba contratos a favor del Instituto dirigido por el ex Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, condenado en ese proceso.
Así lo indicó en el marco de su participación en una sesión del ciclo 'Análisis VIU' de la Universidad Internacional de Valencia, celebrado este miércoles y que se centró en el tema de la corrupción, según ha informado la institución académica en un comunicado. La jornada 'Encuentros con expertos en investigación de la corrupción' estuvo organizada por Horrach, que centró su intervención en analizar las particularidades de la estructura judicial española y la figura y competencias del juez de instrucción.
En el encuentro se trataron cuestiones como la visión del letrado sobre las particularidades del caso y la investigación de supuestos de corrupción en España. Antes de comenzar la jornada, el fiscal del caso Noos explicó que, pese a ser «una hipótesis», «probablemente con las grabaciones de Corinna se habría citado a declarar al Rey emérito Juan Carlos I».
Además, el abogado señaló el déficit de los medios de investigación penal, tanto en casos de corrupción como en cualquier otro, cuyo origen se encuentra en la estructura judicial actual, y más concretamente en la «artificial prolongación de la figura, competencias y funciones del juez de Instrucción».
Horrach aseguró que la prevaricación «es la base para iniciar y desarrollar una investigación criminal vinculada a un delito de corrupción». «El problema principal reside en probar la implicación de un cargo público en un caso de corrupción sin que su firma o implicación aparezca probada en ninguno de los expedientes administrativos de contratación», ha argumentado.
El exfiscal indicó la «necesidad de utilizar a los delatores, coimputados que asumen los hechos en los que han participado y señalan al resto. Si los que han intervenido no delatan a sus superiores, difícilmente podemos probar la intervención de los máximos representantes políticos en un caso de corrupción».
«Hay que ser prácticos y para que alguien delate a un compañero o un superior hay que ofrecerle beneficios procesales y punitivos. La verdad no llega sola, hay que buscarla y si no se utiliza a los coacusados es imposible encontrarla», recalcó.
El ahora abogado apostó por un cambio legislativo. «Existe una necesidad de un cambio en el Código Penal para dotar a los fiscales de mecanismos suficientes para ofrecer beneficios a los delatores, llegando incluso a ofrecer la impunidad», sostuvo en esta línea.
Otro de los temas tratados a lo largo de la jornada de la VIU fueron las filtraciones, en las que el experto explicó que «es imposible controlar toda la información, pero gracias a los medios, se ha concienciado a la sociedad y ahora se condena mucho más la corrupción».