Un lujo solo apto para unos pocos bolsillos. Así es Villa Solitaire, la exclusiva propiedad de la urbanización de Son Vida, en Palma, que sale al mercado con el llamativo cartel de ser la vivienda más cara de España.
La inmobiliaria de alto standing John Taylor Palma, cuyos propietarios son Pierce Broderick y Catalina Quetglas, tiene en cartera esta casa de ensueño situada en la parte alta de la célebre urbanización de lujo por 65 millones de euros.
Cuenta, como no puede ser de otra manera, con todo tipo de elementos y detalles que la distinguen y aportan excelencia, como un jardín botánico privado, o un ascensor que une las distintas estancias.
El interior se conecta con el entorno mediterráneo del exterior sirviéndose de la luz y de espacios amplios y diáfanos, que se armonizan con el espacio natural gracias a piezas y elementos de máxima calidad. Elementos únicos en el mundo, hechos a medida y a conciencia.
Diseñada por el italiano Matteo Thun, Villa Solitaire goza además de una privilegiada panorámica sobre la bahía de Palma.
Un remanso exclusivo de paz para quienes puedan permitírselo, que adelanta a las dos residencias más caras hasta el momento de la Isla, una possessió medieval en Puigpunyent y una mansión de aire renacentista de Alcúdia. Ambas rondan los treinta millones.