La empresa alemana Motorworld está tramitando la instalación en la antigua embotelladora de Coca-Cola, junto a la autopista de Llucmajor, de un gran museo y centro de exposición y comercial dedicado a los vehículos clásicos, al modo de los que la entidad ya tiene en las ciudades de Stuttgart y Colonia.
No se trata tan sólo de un museo y un centro de exposición. La oferta de todo el conjunto incluirá tiendas, talleres, bares y restaurantes, y también un espacio de venta de vehículos. Todo el recinto tendrá como eje de atracción el mundo de los vehículos clásicos, especialmente los coches.
Hace ya un año que Motorworld compró las antiguas instalaciones de Coca-Cola y actualmente se encuentra en fase de tramitación de todos los permisos necesarios, pues el centro, como se ha comentado, ofrecerá múltiples servicios. El objetivo de la empresa es poder iniciar las obras en 2019, por lo que, hoy por hoy, se hace difícil determinar y concretar una fecha de apertura.
Los visitantes de Motorworld en Mallorca no pagarán entrada, pero allí podrán descubrir, y también comprar, coches antiguos, de colección, deportivos y de lujo. Se ofrecerán servicios de taller, tiendas, venta de piezas y repuestos, restauración y alquiler de vehículos exclusivos. Si bien Motorworld cuenta con automóviles propios, los propietarios de vehículos clásicos los podrán dejar allí para su exposición en unos garajes de vidrio con máximas medidas de seguridad (vigilancia y climatización) y acceso las 24 horas del día.
También habrá espacios para reuniones, eventos, presentaciones, exposiciones y encuentros de aficionados, y no se descarta la construcción de un hotel. El centro también promoverá y desarrollará actividades como ferias, rallyes y excursiones. Todo el recinto contará con unos 82.000 metros cuadrados y se prevé la creación de unos 200 puestos de trabajo directos.
Una vez decidida la construcción de un centro en Mallorca, Motorworld se ha decantado por la antigua embotelladora de Coca Cola como su mejor ubicación, por su cercanía a Palma, la autopista y el aeropuerto. En la filosofía de Motorworld está el aprovechamiento de espacios ya existentes, como la embotelladora de Coca Cola, sin llegar a desmantelarlos e integrándolos en el nuevo recinto.