Las exhumaciones realizadas en el cementerio de Palma casi se han multiplicado por diez en lo que va de año, ya que se han practicado 1.650 frente a las 280 del mismo periodo de 2017. Se trata de un incremento importante, ya que se han practicado 1.370 más que en los ocho primeros meses de 2017. El gerente de la Funeraria, Jordi Vilà, precisa que son cuerpos y no unidades de enterramiento, ya que en cada unidad de enterramiento puede haber más de un cuerpo.
Vilà explica que dos tercios de las exhumaciones están motivadas por caducidades por impago, por falta de titulares vivos o por ambos motivos a la vez. El tercio restante corresponde a permutas de sepultura o cambios de destino.
Causas
Una de las causas que podrían haber motivado este incremento es que la Funeraria está exhumando las tumbas sin propietarios, que van a ser suprimidas para poder esponjar la parte más antigua del cementerio palmesano. Se han abierto expedientes de caducidad de las concesiones administrativas de una serie de sepulturas, bien por falta de pago o porque se desconoce quién es el titular.
Este proceso administrativo de poner al día las concesiones se está realizando en todo el cementerio, pero en el sector más antiguo se está aprovechando para ganar espacio y poder abrir viales. Para ello, se suprimirán las tumbas que sea posible con la finalidad de esponjar esta zona, donde las sepulturas están demasiado juntas y queda poco espacio para que los visitantes o los trabajadores pasen entre ellas.
Este proceso supondrá que se vayan a mover unas 280 tumbas y se suprimirán cerca de 100. Además de abrir viales, se crearán nuevos accesos, con lo que se conseguirán dos pasos transversales que cruzarán esta zona del camposanto. También se suprimirán algunas tumbas que hay a los pies de los nichos para despejar estas paredes.
Esta primera fase tiene un presupuesto de 530.000 euros. Es un proyecto que se contempla a largo plazo para poder ser respetuoso con familiares y difuntos; nunca se había hecho.