Palma tiene reservas de agua suficiente para este verano sin necesidad de recurrir a la compra de agua desalada, como ocurrió los últimos dos años. Tras un otoño de intensas lluvias, a partir de marzo Emaya dejó de comprar agua a Abaqua y de seguir así se espera un ahorro estimado de casi dos millones de euros a final de año. Esto supone que la empresa municipal podrá reducir el déficit con el que cerró el pasado ejercicio.
Emaya había previsto cinco millones de euros para la compra de agua desalada a la empresa dependiente de la Conselleria de Medi Ambient durante este año. En lo que va de 2018, Emaya ha gastado 1,5 millones en la compra de agua durante los primeros meses y en el pago de la cuota fija (268.000 euros) que cada mes se paga a Abaqua aunque no se compre nada.
De esta forma, si se sigue sin adquirir agua en lo que queda de año y se resta la parte fija que queda por pagar a Abaqua de agosto a diciembre a Emaya le sobrarán 1,7 millones de los 5 reservados que podrán emplearse para otros fines o guardarse para el año que viene.